Nos lo mostraron en infinidad de películas en la década de los 80 y los 90, una vez llegado el siglo XXI pudimos comprobar decepcionados que los coches voladores seguían sin existir, pero ya podemos afirmar que está mucho más cerca de lo que parece y más pronto que tarde podremos disfrutar del AeroMobil 3.0, el primer prototipo de coche volador.
Actualmente se encuentra en un museo de Bruselas (Bélgica), pero se contempla la posibilidad de lanzarlo al mercado en 2017 para que sea un nuevo elemento que ayude a mejorar descongestionar el tráfico de las grandes urbes y ayude a mejorar la seguridad vial.
Estos coches voladores son producidos por una empresa ingeniera de Eslovaquia y serán biplaza, aunque el fabricante tiene previsto que éste sea el primero de una nueva saga de vehículos con esta innovadora tecnología.
Según un informe publicado recientemente por la empresa de transporte privado Uber, los habitantes de ciudades como Los Ángeles o Sidney pasan atrapados en atascos alrededor de siete semanas al año. Otro ejemplo de este problema lo encontramos en Bombay, donde los ciudadanos tardan una media de tres horas al día en los desplazamientos por carretera a su puesto de trabajo.
Además de la polución provocada por el tráfico rodado y las consecuencias para la salud, éste estudio relaciona directamente el aumento de la presión arterial de los conductores que día a día tienen que soportar los insufribles atascos.
Ésta empresa propone una solución conocida como VTOL (Vertical Take-Off and Landing), formada por una flota de coches voladores propulsados por electricidad, y, que realizan tanto el despegue como el aterrizaje de forma vertical, por lo que no requiere de pistas de aterrizaje.
Los coches voladores de esta empresa aseguran que un trayecto de 2 horas por carretera se podrá realizar en apenas unos 15 minutos, por lo que reduciría notablemente tanto la polución como los tiempos de desplazamiento. A estas grandes ventajas se le une que este modelo de transporte no necesitaría de la construcción de grandes infraestructuras para su puesta en marcha.
Los propulsores de esta idea estiman que sería viable su uso estandarizado en apenas cinco años, pero el principal problema con el que chocan es que habría que desarrollar toda la legislación correspondiente para adaptar las ciudades a este modelo de transporte.
Nuevas soluciones tecnológicas como esta son indispensables para mejorar la seguridad vial y el tráfico de las grandes ciudades. Si estás interesado en desarrollar tu actividad laboral en este sector en EADIC te ofrecemos la oportunidad de formarte a conciencia con nuestro Máster Internacional en Tráfico, Transportes y Seguridad Vial.