¿Cómo un curso de ferrocarriles, puede ser útil en un contexto de crisis en el que invertir, ya sea de forma particular en formación, como de forma colectiva en grandes infraestructuras ferroviarias, parece poco rentable?
Con la crisis, la polémica sobre la rentabilidad de las infraestructuras ha acabado por poner en duda la utilidad del conjunto de las obras públicas y en particular de las nuevas infraestructuras ferroviarias en nuestro país. Por ejemplo, se ha hablado mucho de los criterios de la UE sobre la demanda necesaria en una nueva línea de ferrocarril para justificar su construcción (El siguiente estudio de la Fundación BBVA usa como referencia ese criterio de la UE, pero matiza las conclusiones.
Respecto a esa polémica, no tienen sentido las posturas extremas: evidentemente el crecimiento de las infraestructuras debe ir parejo al crecimiento económico del país, el crecimiento económico no es posible sin un sustento físico de las actividades humanas que esté a la altura, pero, en el polo opuesto, tampoco tiene sentido una inversión sin una planificación responsable en infraestructuras, y las infraestructuras de nueva construcción deben tener un objetivo y un sentido definido y una rentabilidad, en el sentido amplio, no solo económica, demostrada. Como tampoco tiene sentido, en época de crisis, abandonar la formación en una época de crisis y en ese sentido, son importantes el curso de ferrocarriles como el que se ofrece en este caso.
¿Pero cuáles son los factores que van a diferenciar una infraestructura “rentable” de otra que no lo será?
El enfoque técnico es necesario en este punto, por un lado, es necesaria una planificación que detecte cuáles son las necesidades, dónde existe una demanda potencial suficiente y que además tenga la posibilidad de crear economías de escala beneficiosas, tanto para la propia demanda de la infraestructura como para toda la sociedad. Pero también hay un segundo factor importante, el proyecto de la infraestructura y su ejecución deben garantizar un servicio de calidad, un servicio excelente, como se dice ahora un servicio de excelencia. El ejemplo de la alta velocidad en ferrocarriles ilustra esa afirmación. La alta velocidad ferroviaria ha sido un éxito porque proporciona un servicio que cubre las expectativas del usuario, rapidez, comodidad, seguridad, sostenibilidad ambiental.
Hace falta identificar donde van a ser más necesarias y rentables las infraestructuras ferroviarias, pero luego estás deben ser proyectadas y ejecutadas para que puedan dar un servicio al usuario de máximas prestaciones, para que puedan resultar útiles y rentables a la sociedad.
¿Cuál es el camino para llegar hasta esa excelencia de las infraestructuras ferroviarias que se construyen? La innovación técnica y tecnológica, que se transmite entre los técnicos mediante la formación. En ese sentido, la opción es la adquisición de los conocimientos más avanzados por parte de los técnicos que deben diseñar y ejecutar las infraestructuras, y los cursos de ferrocarriles disponibles son un medio para conseguir la especialización de los mismos de cara a conseguir ese objetivo.
Ferrán López, profesor del Máster en Infraestructuras Ferroviarias