El volumen de mercancías transportadas por mar a nivel mundial no para de crecer. Es por ello, que el diseño de puertos y nuevas infraestructuras marítimas es una condición indispensable para el crecimiento económico y social del mundo.
Históricamente el crecimiento del tráfico marítimo ha tardado 10 años en aumentar más de 1.000 millones de toneladas. Sin embargo, desde el año 2005, este aumento de volumen de mercancías se alcanza cada 3 años aproximadamente.
A pesar de la crisis económica del periodo 2008-2010, este crecimiento se ha recuperado con gran rapidez. Es por ello, que las infraestructuras portuarias, y por lo tanto el diseño de nuevos puertos debe irse adaptando a este crecimiento.
El transporte marítimo sigue siendo el medio de transporte más económico y que presenta un menor impacto ambiental.
Por otro lado las nuevas esclusas del Canal de Panamá generan una oportunidad para la adaptación de los muelles y los puertos a los nuevos tráficos de megabuques de portacontenedores que se está dando en la actualidad y que suponen un ahorro importante en el flete de las mercancías a grandes distancias.
También los tráficos de graneles (tanto líquidos como solidos) han generado un nuevo tipo de barcos, como los Vale-max (de la empresa Vale brasileña), China-max (para transporte de petróleo) y Q-max (para transporte de gas, auspiciados por el Gobierno de Qatar, uno de los mayores productores de gas natural del mundo), que hacen que sea preciso la adaptación de muchos puertos y el diseño de nuevas instalaciones marítimas para todo tipo de tráficos.
Por último, existen otros nuevos negocios que han ido desarrollándose los últimos años y que tienen un largo recorrido como son los wind farm offshore que requieren de unas instalaciones específicas de fabricación y almacenaje en tierra que están generando la necesidad de adaptación de muchos puertos, realizando aumentos de calado en sus líneas de atraques, vías de acceso y dársenas, especialmente en el Reino Unido, Bélgica, Dinamarca y Alemania. La necesidad de estas instalaciones se irá extendiendo a aquellos países que vayan adoptando esta energía.
En resumen, el diseño de puertos e infraestructuras marítimas sigue siendo una necesidad a nivel mundial, tanto en los países más desarrollados como en aquellos en los que se encuentran en proceso, y que supone una ventaja competitiva así como una inversión con un efecto multiplicador sobre la economía de un país.
Autor: Daniel Zamora, docente del Máster en Diseño, Construcción y Explotación de Puertos, Costas y Obras Marítimas Especiales y del Curso de Diseño y Construcción de Puertos e Infraestructuras Portuarias