Dentro del marco de la investigación y desarrollo de nuevas técnicas para el tratamiento de minerales, se ha venido desarrollando, en Europa, el Proyecto BIOMOre, el cual está fundado por el programa de investigación e innovación Horizonte Europeo 2020, y tiene como objetivo extraer metales desde las zonas profundas mineralizadas en Europa combinando la tecnología de la minería tradicional con las nuevas técnicas de biolixiviación.
Este Proyecto se enfoca en desarrollar y optimizar conceptos tecnológicos para la recuperación in-situ de metales de las capas de sulfuros profundos de las menas metálicas. En Europa existen minas que han sido explotadas hasta los 1.000 metros de profundidad, horizonte en el cual se consideraba que no era económicamente viable continuar con la explotación, aunque todavía existiesen menas ricas en mineral. Ahora, con esta tecnología, se podría continuar estas explotaciones hasta profundidades mayores a los 1.500 metros, siendo la alternativa estos nuevos métodos de tratamiento de minerales.
La fase actual de proyecto tiene en consideración los estudios de los procesos físico y químico del tratamiento mineral in-situ (lixiviación) de la mena en los diferentes niveles de las minas subterráneas, así como sus repercusiones ecológicas y económicas; pero no tiene en cuenta las perforaciones necesarias para llegar a las menas desde la superficie.
Una posible solución a este problema sería usar la tecnología de la Fractura Hidráulica (Fracking), señalan desde KGHM Polska una de las empresas que están liderando este proyecto.
El fracking se base en generar fracturas a lo largo del pozo, normalmente perpendiculares al eje horizontal de éste. Las fracturas generadas se extienden a una distancia de unos 300 metros desde el pozo, mientras que en el rango de la penetración vertical no excede de 200 metros. El siguiente paso consiste en contener sin que se cierren las fracturas mediante un agente de sostén (proppant), éste suele ser arenas silíceas o cerámicas especiales que son añadidas al fluido de fractura.
La idea es simple: mediante métodos de fractura hidráulica se pretende llegar a menas de sulfuros muy profundos, que no sea económicamente viable construir la infraestructura de una mina subterránea, e inyectar en el fluido de fractura las bacterias necesarias para acelerar el tratamiento de los minerales (separación) y recuperarlos en superficie.
El principal beneficio de este modelo es que no sería necesario la construcción de minas subterráneas profundas con toda su infraestructura; y potencialmente también se evitarían la gran cantidad de estériles que se generan tanto en la mina como en el procesado de los metales, reduciendo así el impacto medioambiental de los proyectos mineros y mejorando la aceptación social de los mimos.
Así mismo también existen desventajas. La principal de ellas es que la biolixiviación, según el desarrollo de esta tecnología en este momento, es un proceso más lento si se compara con tecnología actual de tratamiento de minerales; está claro que, con el desarrollo de estas nuevas técnicas, esta diferencia irá desapareciendo con soluciones como una mayor abertura de las fracturas o el uso de bacterias más efectivas y eficientes.
Otro aspecto a tener en cuenta es que las bacterias pueden ser muy sensibles a la presencia de toxinas presentes en el mineral que podrían afectar a la actuación de la biolixiviación, así mismo, estas bacterias deben ser capaces de desarrollar su actividad a las elevadas temperaturas y humedades presentes en grandes profundidades.
Esta forma de tratamiento de minerales está teniendo buenos resultados con depósitos de sulfuros primarios y refractarios y con menas de uranio, pero no así con depósitos de platino y plata.
Así las cosas, si se encuentran las bacterias adecuadas para el tipo de mena que se pretende explotar y las técnicas de fractura hidráulica dan resultados efectivos; el futuro de esta forma de tratamiento de los minerales pasaría por desarrollar una planta piloto en superficie donde se puedan recuperar los metales así extraídos.
Héctor Felipe Cañón, profesor del Máster en Minería, Planificación y Gestión de Minas y Operaciones Mineras