El término Open Data (datos abiertos) representa una filosofía y práctica que busca que ciertos datos estén disponibles de forma libre para todo el mundo, de manera que, no se encuentren sometidos a restricciones de derechos de autor, patentes u otros mecanismos de control.
A grandes rasgos ello permite que estos datos puedan ser utilizados, reutilizados y a su vez puedan ser redistribuidos libremente por cualquier persona.
El Open Data no tiene únicamente que venir de las administraciones públicas; pero verdaderamente son las agencias gubernamentales las que tienen la capacidad y los recursos para poder recopilar grandes cantidades de datos y abrirlos a sus ciudadanos, empresas y otras organizaciones con el fin de que se puedan explotar y obtener ventajas y beneficios para el resto de la sociedad.
Durante la pandemia del Covid-19, se ha puesto de manifiesto una vez más la importancia de disponer de ciertos datos de forma abierta, es decir, que los usuarios puedan acceder a ellos y que puedan ser utilizados por distintos organismos de forma ágil y eficiente.
Fuente: https://opendatahandbook.org/
Siempre teniendo en cuenta los aspectos legales, podemos indicar que esta filosofía que facilita el poder utilizar fuentes de otros organismos, hace que se disponga de mayores cantidades de datos para ser transformados en información útil. Esto repercutiría en una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, pudiéndose tomar decisiones y medidas para el beneficio de todos y con el valor importantísimo de que éstos tengan acceso a esos datos en base a los cuáles se toman dichas medidas que les afectan directa e indirectamente.
Simplemente por citar algunas de las ventajas que hubieran supuesto disponer de datos abiertos referentes a dicha pandemia serían:
- Posibilidad que desde ciertos laboratorios y organismos especializados hubieran podido acceder y recopilar datos para realizar análisis de carácter sanitario y epidemiólogo.
- Que hubiera habido un flujo de información fiable y actualizado entre los distintos niveles de las organizaciones.
- Que ciudadanos y empresas hubieran podido desarrollar aplicaciones para informar correctamente de síntomas, pautas, prevenciones y ayudar a disponer de un control más exhaustivo.
- Permitir a los ciudadanos tener una información fiable y veraz obligando a los estados a ser transparentes con sus ciudadanos pudiendo conocer éstos la verdad facilitando análisis independientes por expertos en algunas materias.
Aunque este tema es amplio y complejo por todo lo que engloba (términos legales, tipos de datos a abrir, formatos, disponibilidad, etc.) sería bueno realizar una reflexión de manera que conozcamos la importancia de que los estados colaboren, apoyen y se suscriban a la Carta de Datos Abiertos para poder cumplir con los objetivos marcados y seguir las prácticas más responsables.
Autor: Héctor Romero Delgado. Docente del Máster en Big Data y Business Intelligence de EADIC.