El problema de los “siniestros” de tránsito en Latinoamérica - EADIC

El problema de los “siniestros” de tránsito en Latinoamérica

Los siniestros de tránsitos son una externalidad negativa del transporte, que se ha convertido en un problema de salud pública creciente a nivel mundial. En Latinoamérica se sigue hablando de «accidentes», viéndolos como hechos fortuitos e inevitables. Esto es una dificultad cultural que puede mejorarse con acciones integrales para reducir la exposición al riesgo de forma comprehensiva.

Resulta a veces muy difícil poder detectar la causa aislada que origina un siniestro de tránsito. Podría darse un evento en que alguien pierda el control del vehículo, pero éste pudo desencadenarse por una falla mecánica o por el inicio de una lluvia el cual mojó el pavimento. También el usuario podría haber ido a exceso de velocidad o quizás consumió alcohol u otras drogas. Por lo tanto, un siniestro puede provenir de causas totalmente independientes, pero que al conjugarse sí gatillan en un mal llamado “accidente de tránsito”.

Teoría de siniestros

 

Según la teoría, casi la totalidad de los siniestros (9 de cada 10, donde un caso fortuito podría ser un ataque cardíaco, por ejemplo) son prevenibles. Por lo tanto, se pueden y deben realizar iniciativas para reducir su severidad, evitando catalogarlos como imprevistos o hechos adjudicados a la acción de Dios. En esencia, no existen accidentes como tales, sino acciones irresponsables atribuibles al usuario. Las medidas más efectivas y dificultosas a la vez suelen estar destinadas al cambio de comportamiento humano, tornándose esto entonces como un problema a nivel cultural en Latinoamérica.

Si bien es cierto que hay algunos conductores más propensos a ser protagonistas de un siniestro de tránsito (por conducir a exceso de velocidad, por adelantar donde no hay visibilidad, por virar sin señalizar adecuadamente, etc.), lamentablemente este acontecimiento podría afectar a personas inocentes, que incluso podrían haber estado cumpliendo con las normas de tránsito al momento de ser atropellados o colisionados. Es por esta razón que nadie puede estar ajeno a un “accidente”, aunque lo evite siempre y su comportamiento vial sea impecable. De ahí nuevamente viene otro de los orígenes de este problema en la Región: no se entrega la suficiente importancia a este tema hasta que desgraciadamente a algún familiar o amigo de una autoridad es afectado por esta situación.

Siniestro
Graham, el único “humano” diseñado para soportar “accidentes” (Transport Accident Commision TAC, Australia).

 

Educación vial

 

La carencia de una verdadera educación vial en nuestra sociedad genera situaciones de inseguridad tales como: baja percepción de riesgo, no se respeta las normas del tránsito, desconocimiento de sistemas de seguridad de vehículos, conducción a la ofensiva, falsas creencias de que un siniestro es fortuito, etc. Por ejemplo, las campañas publicitarias de países a la vanguardia en seguridad vial (Suecia, Reino Unido, Holanda, Australia, etc.), hacen hincapié en reflejar con la mayor realidad posible y sin censura, cómo son los siniestros y sus consecuencias.

No obstante, incluso ver una noticia en televisión relacionada con una colisión, choque o atropello con víctimas fatales, ya ni siquiera causa impacto, demostrando una gran insensibilidad y aceptación de estos hechos por parte de la sociedad. Acá el drama o historia familiar detrás de cada dato es incalculable; familias enteras pierden su estabilidad en todo sentido por la pérdida o discapacidad de un ser querido (social, económico, psicológico, etc.). Se debe prestar especial cuidado a la verdadera cantidad de “víctimas” de esta pandemia de los siniestros, y enfocarse en nuevos modos de concientizar y educar a las personas.

Visión Cero

 

Aunque la Visión Cero es difícil en Latinoamérica, reducir la gravedad de los siniestros debe ser el objetivo para un futuro vial más seguro. Podría haber más siniestros, pero con menos muertes y heridos graves. En una intersección semaforizada, un choque por luz roja puede ser fatal. Una rotonda, aunque con más siniestros, tendría colisiones menos severas. La seguridad vial se logra con «vías perdonadoras», vehículos seguros y usuarios preparados.

Siniestro
Tratamiento de seguridad vial de la infraestructura en una ruta interurbana del centro de Chile.
Siniestro
Instauración de Latin NCAP.

La seguridad vial en Latinoamérica se dificulta por el incorrecto uso de las vías. Los usuarios deben conocer normas, riesgos y consecuencias para lograr un cambio de comportamiento. Los siniestros prevenibles también pueden ser mitigados o reducidos en su severidad si se mejora la infraestructura y los tipos de vehículos aceptados en cada país. 

Elementos de Enriquecimiento:

  1. https://www.paho.org/es/temas/seguridad-vial
  2. https://irap.org/es/safety-insights/how-safe-are-our-roads/
  3. https://www.latinncap.com/es/resultados

Autor: Jaime Campos Canessa

Máster Internacional en Tráfico, Transportes y Seguridad Vial

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