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Toggle1. Riego sostenible
El riego sostenible es una práctica que permite suministrar agua a las plantas, se lleva a cabo en el ámbito agrícola, paisajístico y ornamental.
Así pues, este tipo de riego, busca satisfacer las necesidades y el bienestar de la población sin comprometer a las generaciones futuras.
Abarca múltiples aspectos a considerar, entre ellos:
- La degradación, pérdida o agotamiento de los recursos, tales como:
- Suelo.
- Agua.
- Energía.
- Además, la protección y conservación de la biodiversidad y del medio ambiente.
El agua de riego supone alrededor del 80 ó 90% de consumo de agua dulce por parte del ser humano dejando alrededor del 40% para la producción mundial de alimentos.
De modo que, debemos profundizar en el uso eficiente del riego, para que las tierras actuales dedicadas a la agricultura sean suficientes y no requieran de la inclusión de espacios naturales reconvertidos para este fin, según explica un artículo de Lorenzo Rosa en el Environmental Research.
2. Cambio Climático
Un elemento importante en las actividades de riego, es el cambio climático, el cual se acrecienta a medida que aumenta la población del planeta.
El cambio climático sin duda, genera desafíos que tenemos que enfrentar con urgencia.
Estudios apuntan que para la década de 2050, el estrés hídrico será generalizado en muchas zonas del planeta.
De ello resulta que, el incremento de la población requerirá duplicar la producción mundial de alimentos para cubrir la demanda de más de mil millones de personas adicionales.
A medida que el cambio climático afecte los patrones de precipitación, el riego va a ser una herramienta poderosa para aumentar el suministro mundial de alimentos.
Actualmente, dos tercios de los cultivos del mundo están limitados por las lluvias, pero el cambio climático hará que depender únicamente de las precipitaciones sea una limitante para satisfacer la demanda de alimentos.
Una de las formas que se plantea para solucionar esta ecuación, es el uso de estrategias para mejorar la productividad de las tierras agrícolas mediante el riego.
En consecuencia, estudios demuestran que la productividad de los cultivos de regadío pueden llegar a duplicarse, si los comparamos con respecto a los que solamente se basan en agua de lluvia.
Otro estudio señala que con la situación actual, hay agua disponible en cantidad suficiente, la cual proviene de fuentes renovales locales, y se emplea para extender el riego sostenible en un tercio de las tierras agrícolas del planeta.
3. Condiciones para el riego sostenible
El cambio climático genera estrés por calor, también cambios en las precipitaciones, puede hacer que el agua se evapore más rápido, disminuyendo la eficiencia del riego.
Así mismo, los niveles elevados de dióxido de carbono atmosférico podrían hacer que los cultivos crezcan algo más productivos, lo que podría compensar esta preocupación.
Claro está, estos factores demuestran que existe una necesidad de investigación adicional para comprender de manera integral la viabilidad del riego sostenible.
Algunos países, como Estados Unidos, Rusia, Brasil y Nigeria tienen el mayor potencial para el riego sostenible en condiciones de calentamiento extremo.
Como resultado, se estima que el riego sostenible aliviaría la pobreza y el hambre, disminuyendo los riesgos ambientales de deforestar con fines agrícolas.
La reconversión de la agricultura del siglo XX considera explotaciones optimizadas, con un riego sostenible que potencie la producción de alimentos.
En conclusión, el riego sostenible es clave para afrontar los desafíos sociales de las próximas décadas.
Autor: Sergio Casado Romeral, docente del Máster Ingeniería del Agua