La espectacular caída de los precios del crudo, desde 115 USD en Junio de 2014 hasta los 35 USD en Febrero de 2016, ha supuesto una de las crisis más severas en el sector de hidrocarburos.
Recuerdo conversar en el verano de 2015 con algunos veteranos del sector y todos comentaron algo así como…”ya hemos pasado por esto antes…”. Pero lo cierto es que este desplome de precios tiene algún componente diferente a las anteriores.
El exceso de oferta en el mercado, principalmente por parte de los productores de no convencionales (shale oil y shale gas) en Norte América y las disensiones internas en la OPEC sobre la política de precios condujeron a una caída sostenida de precios hasta principios de 2016, cuando los indicadores de referencia, Brent y WTI, se estabilizaron y comenzaron tímidamente a aumentar.
Esta crisis, desde luego, tiene poco que ver con la crisis de 2008, que fue causado principalmente por una recesión brusca en la demanda ante la crisis financiera imperante a nivel global. En tan solo unos meses los precios cayeron de 140 USD/bbl en Julio hasta 45 USD/bbl en Diciembre.
La crisis que hemos sufrido recientemente tiene sin duda más analogias a las caídas de precios del ’86, o del 98’. En 1996 los precios sufrieron una fuerte caida debido a un intento de mejora de posicionamiento de la OPEC y Arabia Saudita donde bombearon más crudo para recuperar cuota de mercado. Y en el ’98 se juntaron una caída brusca en la demanda en Sudeste Asiático, debido a la crisis financiera en la región, con un incremento de la producción de OPEC.
https://www.macrotrends.net/1369/crude-oil-price-history-chart
Como nos muestra la historia reciente de esta industria, los precios de crudo y gas, a diferencia de otros tipos de commodities, vienen marcados principalmente por factores económicos y geo-políticos, más que por su disponibilidad en el mercado, que por el contrario viene marcada por los cambios y desarrollos tecnológicos.
Todos estos vaivenes en los precios, llevan también emparejados consecuentes movimientos en inversiones y contrataciones de Compañías de Servicios y aportan buenos indicadores del estado de la economía del sector.
La disponibilidad de taladros en operación (Rig Count) es un buen ejemplo de ello. Es uno de los indicadores más utilizados en el análisis de tendencias y resume en buena medida el nivel de actividad de las empresas de servicios del sector de Upstream.
Como se puede observar en la gráfica adjunta, el número de taladros fluctúa en función de los precios del crudo, pero con un pequeño decalaje de unos meses. Este indicador también se mueven en base al flujo de caja de los operadores y de sus resultados operativos, los cuales pueden verse afectados por otros factores de negocio de forma diversa, pero básicamente también están ligados a los precios del crudo.
https://www.wtrg.com/rotaryrigs.html
Durante esta última crisis, la caída de precios y la actividad en el sector del Petróleo y Gas, ha llevado también aparejada una severa caída de empleo, la cual ha afectado tanto a las compañías operadoras como a las empresas de servicios, y que los expertos estiman en más de 400,000 puestos de trabajo perdidos hasta principios de 2017.
Pero la dramática caída en el empleo en estos últimos años, no solo se ha debido a la caída de precios y al consecuente parón de actividad. Ha habido un efecto adicional denominado el Gran Cambio de Plantilla (Great Crew Change), En este proceso, la generación de los baby boomers (nacidos en el periodo 1946-64) ha llegado a la edad de jubilación y ellos han sido de los primeros grupos de edad en salir del mercado laboral.
En mi anterior articulo El Gran Cambio de Plantilla (Great Crew Change) en la industria de hidrocarburos (https://www.linkedin.com/pulse/el-gran-cambio-de-plantilla-great-crew-change-en-la-jose-campuzano/) incluso un mayor detalle y referencias de este efecto que básicamente es un salto generacional tremendamente brusco en la fuerza laboral a nivel global.
En la gráfica a continuación se puede ver este cambio demográfico, en la industria del Petróleo y Gas.
El salto en las curvas demográficas de 2005 respecto a 2013 y 2018 se deben a este efecto del Big Crew Change o Gran Cambio de Plantilla, mientras que el salto entre 2013 y 2018 se debe también a la recesión ocurrida en el sector.
Pero no todo es negativo, parece que hay un moderado optimismo en el ambiente. La estabilización de precios en los últimos meses y el tremendo esfuerzo realizado por las compañas del sector, apuntan en este sentido.
El sector ha trabajado duro en una reducción de costes operativos y la optimización de las inversiones. Esto unido a las mejoras en eficiencia e innovación, se han reflejado en la mejora de las cuentas de resultados de las compañías. Parece que hay un consenso en el sector de que lo peor ya ha pasado y que las inversiones pueden empezar a crecer en 2018.
Consultoras especializadas como Moddys, IHS Markit, Barclays DNV GL, Deloitte, McKinsey apuntan en esta dirección y aunque habrá diferencias a nivel regional, la tendencia parece que es al alza.
En la grafica adjunta se pede ver las previsiones de crecimiento en inversiones estimadas por IHS Markit a nivel regional. Se puede observar una moderada tendencia al alza en todas las regiones, especialmente en Sudamérica y Asia central.
https://ihsmarkit.com/research-analysis/capex-is-falling-but-how-much.html
Si bien es cierto que las compañías del sector se han enfocado en ajustar sus procesos internos y ganar en eficiencia, es decir más producción con menos o los mismos recursos. Parece que 2018 todavía traerá más ajustes a nivel de Gastos Generales y Administrativos (G&A), es decir empleo, aunque de una manera mucho más moderada.
Obviamente el crecimiento previsto de actividad llevara implicado un aumento de empleo a corto-medio plazo en el empleo, por lo que se abren nuevas oportunidades en el sector, principalmente en las áreas o disciplinas técnicas.
Pero existen retos que debemos empezar a abordar, la industria del Petróleo y Gas es un sector altamente tecnificado, pero paradójicamente, desde hace unos años se viene identificando una carencia importante en las matriculaciones en disciplinas técnicas, las denominadas en ingles STEM (Science, Technology, Engineering, and Mathematics).
En mi anterior articulo Estudios y empleo en la industria de hidrocarburos (https://www.linkedin.com/pulse/estudios-y-empleo-en-la-industria-de-hidrocarburos-jose-campuzano/) incluyo algunos datos y graficas que muestran la reducción de matriculaciones en carreras técnicas que ponen de manifiesto este problema.
La evolución del sector del Petróleo y Gas va a estar íntimamente ligada a la introducción de los nuevos desarrollos en digitalización (e.g.: Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT). Los cuales van a tener un rol primordial en el desarrollo inmediato de la industria y para los que va a ser necesario un gran esfuerzo para atraer y retener el talento frente a otras industrias o sectores, con un mayor atractivo.
Como mencionaba anteriormente, los futuros desarrollos e inversiones del sector, van a seguir muy enfocados en obtener la mayor eficacia de las mismas, tratando de maximizar la eficiencia de las operaciones y aplicando nuevos modelos de negocio.
Pero también, otro eje fundamental va a ser la Transición Energética, orientada a la des carbonización del mix energético, que de nuevo va a requerir de nuevos desarrollos y mejoras en la eficiencia de los procesos.
En cuanto a los perfiles y competencias profesionales, demandados en el sector del Petróleo Gas, estos están ligados a trabajar en grupos multidisciplinares, donde se requieren diferentes especialistas: geólogos, geofísicos y petrofísicos; ingenieros de petróleo, ingenieros de instalaciones de superficie (i.e.: Tubería, Mecánica, Procesos, Electricidad, Instrumentación), ingenieros de perforación y completación, ingenieros de producción, ingenieros de reservorios.
Además de técnicos, se requieren perfiles especialistas o generalistas en otras áreas de soporte, tales como: Recursos humanos; asesoramiento legal; compras y contrataciones; gestión de proyectos; control de costes y finanzas; Seguridad, Higiene y Medioambiente; seguridad corporativa y ciber-seguridad; tecnologías de la información.
Además de los conocimientos técnicos, hay una serie de habilidades y capacidades que son características del sector del Petróleo y Gas y que si bien no son únicas de este sector, si tienen una importancia relevante dada la tecnificación y el carácter global de esta industria.
Las capacidades relacionadas con el Liderazgo, como disponer de un pensamiento crítico y ser proactivos a la hora de identificar problemas y aportar soluciones para atajarlos, son fundamentales. Tener flexibilidad y adaptabilidad a los constantes cambios de la industria, es también clave, ya que como hemos visto, está muy asociada a distintos vaivenes económicos.
Las nuevas tecnologías van a requerir una mayor capacidad para trabajar en entornos colaborativos, donde la gestión de personas y los equipos multidisciplinares va a ser una pieza central, así como la sensibilidad multicultural (e.g.: cultura, lengua, edad, experiencia) y habilidades interpersonales y de comunicación.
En resumen, el futuro de la industria parece que repunta, pero hay muchos retos por delante. La digitalización de la industria, la eficiencia de los procesos y la Transición Energética sin duda van a ser las fuerzas que marquen el desarrollo en el sector del Petróleo y Gas y vamos a requerir de un gran esfuerzo para atraer y retener el talento que necesitamos para hacer frente a estos retos.