Hace tiempo compartimos la nueva sección de nuestro amigo Manuel García Gallegos dedicada a las estructuras. Seguimos con esta sección llamada “Estructuras o por qué las cosas no se caen” e inspirada en el libro: “Structuresorwhythingsdon’tfalldown” de J.E. Gordon (recomendado por nuestro blogero para entender el mundo de las estructuras)…
No hace muchos años, mientras trabajaba en un nuevo proyecto, llegaron al equipo técnico dos informes geotécnicos del área del proyecto de dos empresas distintas. Teníamos un informe preliminar proporcionado por el cliente y otro, encargado por nuestra empresa con el fin de contrastar los datos originales. Pues, como ya deduciréis, no solo no nos ayudó a fijar los parámetros del suelo, sino que nos llevó a una nueva duda, los datos eran tan diferentes que ya no sabíamos cuál adoptar en el diseño de nuestras estructuras.
Sin duda, siempre he considerado la geotecnia como una de las disciplinas asociadas con nuestro trabajo más difíciles de entender y con mayor incertidumbre en su desarrollo. Todavía sigo buscando a algún colega que haya realizado el cálculo de una viga flotante varias veces y haya obtenido resultados parecidos. Nunca he visto una ciencia con tanta fórmula y coeficientes empíricos, que he de reconocer, me pone nervioso; porque es algo que no se puede explicar de forma simple, y eso siempre me ha hecho sospechar del tema.
Si uno busca información, ya sea en libros sobre la temática o buscando en la red, puede encontrar una variedad tal de formulaciones y teorías, que puede resultar fácil demostrar o llegar a la conclusión buscada en cualquiera de nuestros análisis cuantitativos (aunque su veracidad y aplicabilidad no se aproxime a la realidad). Es posible llegar a comprender que la cuantificación de la descripción cualitativa de lo que pasa con un material tan heterogéneo como es el suelo no es fácil (ya que nunca se van a encontrar dos terrenos idénticos dado que las condiciones de contorno son únicas en cada caso) y que nos encontramos con una ciencia empírica donde los modelos matemáticos solo pueden acercarse, con mayor o menor acierto, a lo que pasa en la realidad tampoco lo es. Lo que cuesta un poco más de entender es que basamos nuestros diseños, optimizaciones y desarrollos estructurales en datos que solo pueden considerarse como aproximaciones, sin prestarle un poco más de tiempo y implicación.
Como casi todo en la época de bonanza se ha banalizado la labor de los geotécnicos, los precios bajaron y primaba la cantidad a la calidad, la cuestión era vender informes por kilos y acaparar la mayor cuota de mercado. No culpo solamente a las empresas del estudio del suelo, ya que nosotros, conocedores de esta merienda de negros, no nos importó apretar los precios más allá de los límites razonables, porque siempre había alguien decía “sí” a nuestras pretensiones. Volvimos a confundir el concepto de economía, minimización de los costes y que lo barato, algunas veces, sale caro.
Hasta ahora solo he hecho referencia a las discrepancias que se producen en algunos estudios, sin entrar en las cuestiones de plazo y coste de nuestros proyectos. Pues señores, aunque parezca mentira o algo sobrenatural y volviendo al caso con el que comenzaba el post, la simple lectura de los resultado del primer informe nos llevaban a la ejecución de las cimentaciones mediante zapatas aisladas con una tensión admisible cercana a 2 kgf/cm2, frente al segundo donde la tensión casi disminuía un kilo y el informe introducía términos como: compactación dinámica del terreno, compactación con reemplazamiento, columnas de grava o pilotes, lo que encarecería nuestro proyecto en unos cuando millones de € y donde el plazo de ejecución se disparaba alrededor de medio año.
En estos momentos no recuerdo bien cual de los dos informes era el más barato, pero como podréis comprobar de repente entraron en juego otras variables, que no se considerarían en el periodo de contratación del estudio y que nos podía a llevar a elegir una solución quizás más cara en plazo y tiempo. Por ellos debemos recordar que hay batallas que se deben perder para ganar guerras, así que no apretemos donde solo podemos obtener peores resultados en nuestro trabajo.
Llegados a este punto, más de uno se realizará la pregunta típica: ¿pues hay muchas obras realizadas y no hay problemas graves en ellas desde el punto de vista geotécnico? Pues si denominamos problemas graves a que las cosas se caigan, os recuerdo, que para que una obra se caiga deben darse más de unas cuantas desgracias juntas, pero estamos rodeados de obras que tienen grandes y graves desperfectos: grietas, filtraciones, roturas de soleras…que tienen en su mayoría un origen de las condiciones del terreno y que nos llevan a soluciones muy caras de reparar (micropilotes, inyecciones de resina, demoliciones parciales y reconstrucciones…). Como es normal estas cosas no se sacan a la luz, al igual que cuando no tenemos un bien día, no nos gustan que nos vean los conocidos. Por otro lado, y ya hice referencia en el primer post de la sección, los coeficientes de seguridad hacen que sea mucho más complicado que las estructuras lleguen al colapso (por ejemplo, podemos adoptar coeficientes de vuelco y de deslizamiento de 1.5 o 2 y coeficiente de 3 para la determinación de la tensión admisible), pero esto no quita que alguna vez se nos vaya la mano y nos llevemos una mala experiencia. Así que nada de jugar con fuego, pero tampoco estar tan del lado de la seguridad que optimizar pierda su significado en nuestros trabajos.
No nos olvidemos de algunos consejos para afrontar los estudios geotécnicos:
- Es aconsejable leerlo como los periódicos, del final al principio, para empezar por las recomendaciones e ir profundizando en el tema poco a poco.
- Se debe revisar entero, ya que en distintas partes tiene información interesante que puede complementar las conclusiones.
- Como todo documento técnico tendrá partes algo más farragosas (por no decir el 80% del documento), así que si hay algo que no se entienda o comprenda, lo mejor es o estudiar un poco o preguntar a alguien que sepa.
- Como pasa en la vida hay geotécnicos buenos, geniales y malos…intenta buscar a los segundos que son los que son capaces de explicar algo a un niño sobre asientos diferenciales y el chaval lo entiende.
- Todo proyecto estructural se basa en su solución de cimentación y esta depende del estudio, así que pongamos cariño en su definición y en su análisis, porque el primer paso para el éxito de un proyecto está ahí.
- Ya no hay barra libre en ingeniería, así que debemos afinar el lápiz en el alcance de los trabajos de campo, debemos obtener el máximo de información con el mínimo coste.
“La geotecnia no es ese anejo enorme que hace de nuestros proyectos unos magníficos pisapapeles, es la piedra angular sobre la que cimentar nuestras obras”
Manuel García Gallegos @manologallegos
Web del autor: manologallegos.es