Una vez más comenzamos la semana de la mano de nuestros grandes amigos de IDEYA Ingenieros… ¿Qué mejor manera de hacerlo que esta? Como continuación de su entrada anterior, que nos sorprendía con un término con el que nuestro oído no estaba muy familiarizado, ahora profundizamos en este concepto: el Fracking.
Estíbaliz Soriano Portilla, Ingeniero Técnico de Obras Públicas, Máster en Gestión Ambiental de Sistemas Hídricos y componente del equipo IDEYA es la autora de este post.
Quizás hayamos oído últimamente en la calle, no tanto en los medios de comunicación, eso del fracking. Incluso a lo mejor hemos coincidido con un grupo de gente disfrazada con trajes blancos y portando una estructura negra… Pero, ¿sabemos realmente que significa el término fracking, en qué consiste y la razón por la que últimamente está tan en el punto de mira?
Yo personalmente reconozco que hasta hace unos meses desconocía la alarmante situación que se está desarrollando en mi región, Cantabria. Cuando me informaron acerca de este método extractivo y de las zonas de Cantabria donde ya se están empezando a realizar sondeos, no pude dar crédito a lo que estaba oyendo y desde entonces no paro de leer acerca del tema. Espero que este post sirva para que las personas que hasta la fecha desconocían el fracking y sus consecuencias, puedan formarse una opinión propia y posicionarse acerca del mismo.
Diferencias entre gas natural y gas de pizarra
Lo que se conoce como explotación convencional de gas natural consiste en lo siguiente: el gas natural normalmente está atrapado en bolsas de roca porosa (como una esponja) a mucha presión, las cuales basta perforar hasta llegar a la bolsa, cuando la bolsa se pincha el gas fluye hacia arriba por la diferencia de presión. Este gas, como se ve es relativamente fácil de extraer, basta con perforar hasta la profundidad de la bolsa, que suele estar a unos pocos cientos de metros bajo tierra.
Los gases no convencionales los hay de varios tipos, pero nos interesa especialmente el gas de pizarra o gas de esquistos. El gas de pizarra se encuentra atrapado en estratos o capas de pizarra a mucha profundidad (desde los 400 a los 5.000 metros). Dado que la pizarra tiene una permeabilidad muy baja, el gas está distribuido en pequeños poros o burbujas, muchas veces microscópicas, no conectadas entre sí, lo que hace necesario romper las capas de pizarra para conseguir agrupar el gas y que fluya hacia la superficie para ser recogido.
¿En qué consiste la fractura hidráulica horizontal?
La fractura hidráulica consiste en hacer una perforación vertical hasta la capa de pizarra. La perforación está compuesta por un tubo de acero recubierto de cemento para proteger los acuíferos de los aditivos químicos que posteriormente se añaden.
Cuando se alcanza la capa de pizarra, se continúa la perforación en el plano horizontal, a través de la misma. Esta perforación horizontal suele ocupar un kilómetro y medio de longitud, aunque puede llegar hasta los 3 km. Dentro de la capa de pizarra se utilizan explosivos para provocar pequeñas fracturas y se inyectan, por etapas, miles de toneladas de agua a muy alta presión, mezclados con arena y aditivos químicos. Este agua a presión fractura la roca liberando el gas que luego, junto con el agua, el arena y los aditivos retorna a la superficie (retorna entre un 15 y un 80% del fluido inyectado).
El pozo se va fracturando entre 8 y 12 etapas, con lo cual el conducto sufre unos cambios de presión muy grandes con el consiguiente peligro de quiebra del revestimiento de cemento.
Entre los aditivos químicos utilizados se encuentran benzenos, xilenos, cianuros, hasta llegar a unas 500 sustancias químicas entre las que se encuentran elementos cancerígenos y mutagénicos. Muchas de estas sustancias químicas ni siquiera están catalogadas, por lo que se desconocen los riesgos que pueden suponer.
El fluido de retorno también trae a la superficie otras sustancias que pueden contener estas capas de pizarra. Es muy común que estas rocas contengan metales pesados (mercurio, plomo…), así como radón, radio o uranio, ambos elementos radiactivos que llegan a la superficie cuando previamente no estaban allí. Este fluido de retorno se almacena en balsas de decantación similares a la que se ve en la imagen anterior.
A continuación podemos ver una simulación que trata de explicar la técnica y sus consecuencias:
Impactos Asociados
–Elevado consumo de agua: Para fracturar cada pozo se necesitan de media unos 9.000 a 29.000 toneladas de agua. Una plataforma de 6 pozos de media necesita unos 54.000 a 174.000 millones de litros de agua en una sola fractura.
–Compleja gestión del agua residual del proceso: El fluido de retorno de fracking contiene las sustancias químicas utilizadas en el fluido de fractura. Además contiene metales pesados, y sustancias radiactivas como radón, radio o uranio, que retornan a la superficie. ¿A dónde va a pasar toda esa cantidad de agua contaminada?
–Impacto sonoro y visual: Una plataforma de seis pozos requiere entre 8 y 12 meses de perforación continua, día y noche. Se necesitan entre 4000 y 6000 viajes en camión para la construcción de una plataforma, con la consiguiente presión para los pueblos y carreteras cercanas. Se tiene una media de entre 1 y 3 plataformas por km2.
–Impacto paisajístico: Eliminación de vegetación, desmontes, compactaciones de terreno, etc., a lo largo y ancho de una hectárea para que haya espacio disponible para 6 u 8 pozos, balsas de almacenamiento de líquidos de desecho y lodos, tanques y cisternas de almacenamiento del agua y de los productos químicos, equipo de perforación, camiones, etc. Sin olvidarnos de los accesos para que puedan llegar los camiones y tampoco de los gasoductos.
–Sustancias químicas: Los aditivos químicos utilizados en la fractura hidráulica. Hay muy poca transparencia en los informes, pero se han detectado entre ellas sustancias que producen cáncer, tóxicas para la piel, ojos, sistema digestivo, respiratorio, nervioso, etc. Se han dado numerosos casos de migrañas continuadas, náuseas, alergias, problemas en el sistema respiratorio en gentes que viven en zonas cercanas a explotaciones de gas natural.
–Contaminación agua subterránea: un estudio de la Duke University de Durham (Carolina del Norte) publicado en mayo de 2011, ha demostrado que las contaminaciones de metano en viviendas cercanas a pozos de los estados de Nueva York y Pensilvania tiene su origen en las explotaciones de gas de pizarra. El caso más grave reportado fue el de la explosión de una casa por contaminación de metano de sus cañerías y sótano en el estado de Ohio en 2008, como se recoge en el Informe del Parlamento Europeo publicado en Junio de 2011.
–Contaminación superficial: se han producido roturas en los conductos o en las balsas de decantación, así como se ha producido derrames por accidentes de los camiones que transportaban los productos químicos. También se han dado desbordamientos de las balsas por tormentas o inundaciones.
–Pequeños terremotos: también se han llegado a producir pequeños seísmos. Estos pequeños terremotos no son muy graves, pero ponen en peligro la correcta cementación del pozo pudiendo conducir a graves contaminaciones.
–Contaminación aérea: Durante el proceso de extracción se producen inevitablemente fugas de gas natural, que es 20 veces más potente que el dióxido de carbono como gas de efecto invernadero. Según un estudio de la Southern Methodist University de 2008, la extracción de gas de pizarra generaba más esmog que todos los coches, camiones y aviones de la región de Dallas-Fort Worth, una conurbación de más de seis millones de habitantes.
Situación mundial de la Fractura hidráulica
Hasta 2010, se calcula que se han realizado 2,5 millones de fracturas hidráulicas en todo el mundo.
Sorprendentemente, en Europa no existe una regulación específica sobre la técnica del fracking. Un informe del Parlamento Europeo recomienda su regulación y que se hagan públicos los componentes que se emplean en los pozos de perforación. Un ejemplo de prohibición del fracking es el del parlamento búlgaro, que prohibió su uso a principios de 2012.
En España el Ministerio de Industria y diversas comunidades autónomas están concediendo permisos de investigación, pese a la disconformidad de diversas organizaciones.
AQUÍ dejo el enlace del mapa de posición de sondeos, permisos y concesiones de hidrocarburos que está elaborando la Asamblea contra el Fracking en Cantabria.
Tal y como ellos mismos advierten, hay que tener en cuenta que no todos los permisos de investigación de hidrocarburos o de explotación de hidrocarburos son para gas no convencional, que es el que se extrae mediante el procedimiento de la fracturación hidráulica horizontal. También hay permisos para extraer petróleo crudo, para extraer gas metano de minas de carbón, que aunque a veces se utiliza la fracturación hidráulica no siempre es así. Hay algún proyecto de almacenamiento de hidrocarburos el cual tampoco sería de fracturación hidráulica. Este tema requiere investigación.
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