La gestión de la calidad en la construcción como en otros sectores supone un gran valor añadido el hecho de disponer de un sistema de calidad robusto y eficiente.
Como cualquier sistema de calidad las fases del ciclo PDCA actúan como base principal, y sobre ellas, se construirán los pilares básicos de su funcionamiento.
Asimismo, es importante destacar el aspecto cultural. El liderazgo y apoyo continuo de la Dirección es vital para que el negocio evolucione y satisfaga a los clientes. Hay construcciones de gran envergadura, en muchas ocasiones en países que pueden ser inestables políticamente, con diferente legislación, cultura, en medio de desiertos, ríos, océanos, selvas, …, por lo que disponer de una estrategia clara así como recursos para ejecutarla es de vital importancia para anticipar problemas antes de que ocurran.
Un sistema de calidad en cualquier construcción supondrá una mejora exponencial en la satisfacción del cliente así como en la rentabilidad del negocio.
Es por ello por lo que la planificación de la calidad en el sector de la construcción adquiere una vital importancia. Pensemos que una no conformidad detectada en obra, es decir, en la última fase de un proyecto, puede acabar con graves consecuencias: una no conformidad, cuanto más tarde se detecte, mayor es su coste de no calidad y ocasiona una imagen mucho más negativa en el cliente.
Esto implica un análisis muy detallado de los requisitos de cliente, de los recursos necesarios para obtenerlos, de los riesgos que vamos a afrontar así como de la estrategia para abordarlos y del establecimiento de unos objetivos claros, alcanzables, medibles, que podamos controlar a lo largo del tiempo que dure la obra y por supuesto que nos ayuden a controlar que cumplimos con el plan y con la estrategia que la Dirección haya establecido.
De la misma forma, como input clave de la planificación de la calidad en una construcción, se encuentra el feedback of experience / mejora continua. No olvidemos en ningún instante que las construcciones pasadas así como sus problemas deben formar parte del Sistema de Calidad, para evitar que vuelvan a ocurrir.
La Calidad empieza en el puesto de trabajo de cada individuo, por ello, que un Sistema de Calidad sea robusto implica que no esté sostenido en una sola persona, sino que sea desplegado desde la Dirección hacia todos estamentos de la organización, obteniendo una mentalidad de mejora continua y trabajo en equipo.
Autor: Borja Muga, profesor del Máster en Gestión Integrada de la Calidad, la Seguridad y el Medioambiente, del Máster en Electrónica Industrial, Automatización y Control y del Curso de Implantación del Sistema de Gestión de la Calidad ISO 9001. Auditorías de calidad y aplicación al sector industrial, construcción y agroalimentario