Holanda tiene una larga tradición en lo que a molinos de viento y energía eólica se refiere, pero el país tulipán ha ido un poco más allá convirtiéndose en pioneros con la utilización de trenes eólicos desde principios de este año.
La red ferroviaria NS obtiene la electricidad de los aerogeneradores instalados tanto en tierra como en las instalaciones del Mar del Norte. En 2015 NS adjudicó el contrato de electricidad si se comprometía a que antes de 2018 el 100% del suministro para los ferrocarriles procediese de fuentes renovables.
Ya durante el año pasado el 75% del suministro provenía de la energía eólica y desde el 1 de enero de 2017 este país europeo puede presumir de tener trenes eólicos con cero emisiones de dióxido de carbono.
Estos trenes eólicos transportan alrededor de 600.000 personas a diario que suponen 1,2 millones de trayectos para los que serán necesarios anualmente alrededor de 1.400 millones de kilovatios/hora al año, una cantidad similar al consumo doméstico de electricidad de todos los hogares de Amsterdam.
Para que os hagáis una idea más gráfica un molino de viento funcionado durante una hora proporciona la cantidad de energía necesaria para un viaje de alrededor de 200 kilómetros en uno de estos ferrocarriles. En este sentido los aerogeneradores reportan una media de 7.500 kilovatios/hora al año.
Actualmente el 20% del dióxido de carbono que emite a la atmósfera Holanda es producido directamente por los automóviles, y, el consumo de uno de estos trenes eólicos equivale a un millar de vehículos, por lo que suponen una importante solución para reducir la contaminación atmosférica.
Como podéis comprobar estos trenes eólicos son una excelente forma para moverse por Holanda sin emitir CO2 a la atmósfera. Se trata de uno de los innumerables beneficios que puede reportar el uso de renovables al medio ambiente. Si quieres trabajar en este sector, no lo dudes y fórmate con nuestro Máster en Energías Renovables y Eficiencia Energética.