La implementación BIM representa actualmente un importante cambio para las empresas del sector de la construcción en cuanto a la capacidad de gestión de la información de los proyectos que desarrollan.
Este cambio, producido por la introducción de nuevas tecnologías, permite la adopción de nuevos procesos de trabajo colaborativos e integradores que ofrecen mejoras en la eficiencia y productividad de proyectos del sector AEC. La adopción de BIM ha de ser entendida no como un cambio de tecnología sino como un cambio de metodología, lo que supone un cambio en los procesos que controlan todo el proceso constructivo.
La aversión al cambio es un comportamiento irracional provocado por la sobrevaloración de los beneficios que se poseen frente a aquellos que no lo hacen. Esta resistencia al cambio tiene aspectos positivos a nivel empresarial como resulta la estabilidad que ofrece a los miembros del equipo, pero también presenta aspectos negativos muy importantes representando un obstáculo para la adaptación y el progreso de la empresa.
El cambio de la metodología de trabajo tradicional a una metodología BIM representa la posibilidad de una gestión integrada del proyecto. Este concepto, descrito por el AIA American Institute of Architects como IPD Integrated Project Delivery, define un enfoque de gestión de proyectos que integra a personas, sistemas, estructura de negocio y trabajo productivo en un proceso colaborativo que aprovecha los puntos de vista de todos los participantes para optimizar los resultados del proyecto, aumentando de esta forma el valor para el propietario, reduciendo la cantidad de residuos y maximizando la eficiencia a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto (Integrated Project Delivery, A guide, AIA 2007).
Este nuevo enfoque global del ciclo de vida de los proyectos de construcción que ofrece la metodología BIM requiere de unos procesos de colaboración más integrados. Esto va a suponer la necesidad de adelantar la participación en el proyecto con todos los interesados, desde el propietario, los usuarios finales, consultores, constructores y especialistas hasta los facility managers a las fases de iniciales de planificación y diseño de los proyectos. Este hecho refleja la evolución de los roles de los distintos participantes en el proyecto vinculado a los nuevos modelos de contratación que permite la adopción de esta metodología.
El enfoque de gestión IPD presenta una serie de principios básicos que han de ser adoptados por todos los participantes del proyecto en el proceso de implementación de la metodología BIM:
- Implementación de la Tecnología Apropiada: la definición de la tecnología que va a ser utilizada, de forma consensuada entre el cliente y los participantes del proyecto, permite maximizar la funcionalidad e interoperabilidad de los modelos del proyecto. Aunque el IPD puede lograrse sin la implementación de BIM, la incorporación de esta metodología en el proceso IDP ofrece una colaboración más eficiente.
- Comunicaciones abiertas y procesos transparentes: los intercambios de información del proyecto deben realizarse utilizando una estructura de datos transparente y organizada con el objetivo de generar un sistema de comunicaciones eficiente entre los participantes.
- Participación temprana de los principales interesados: la integración temprana de los conocimientos de los participantes aporta un mayor impacto en el desarrollo del proyecto favoreciendo la aplicación de medidas de ingeniería de valor.
- Definición de los objetivos del proyecto: la definición temprana de los objetivos del proyecto permite a los equipos participantes alinear sus objetivos y valores individuales con los objetivos principales del proyecto.
- Proceso colaborativo: debe establecerse un proceso de trabajo colaborativo a nivel interdisciplinar basado en una colaboración estructurada y basada en la confianza e implicación al servicio de los objetivos del proyecto.
- Planificación intensificada del proyecto: uno de los enfoques principales de la gestión integrada de proyectos es una mayor inversión de esfuerzo en la planificación del proyecto con el objetivo de incrementar la eficiencia en la ejecución del mismo reduciendo costes y plazos del constructivo.
La implementación BIM en una estructura de trabajo ha de ser entendida como un proceso que debe de ser personalizado y evaluado en cada situación particular. La adopción de esta metodología debe de plantearse como un esfuerzo común que implique a todos los equipos y miembros de los equipos del proyecto, persiguiendo una serie de objetivos comunes previamente definidos. La identificación de estos objetivos, sumada a la comprensión del significado del cambio de metodología y las posibilidades que este cambio ofrece son los aspectos clave de una correcta implementación BIM.
Actualmente en el sector de la construcción se defiende la idea de que es el sector público quien debe liderar la implementación BIM estableciendo las exigencias que van marcando los pasos a seguir. El cliente público tiene la doble ventaja de contar con una perspectiva a largo plazo de los proyectos que desarrolla además de continuidad en el desarrollo de los mismos lo que le permite obtener un gran beneficio de la experiencia que le reportan los proyectos.
De la misma forma, en el sector privado, es el propietario del proyecto quien cuenta con la mejor posición dentro del organigrama del proyecto para, en primer lugar, ejercer la presión necesaria para que los equipos participantes se adapten a los nuevos procesos de trabajo y, en segundo lugar, definir en colaboración con los equipos de proyecto unos objetivos claros que se alineen con los intereses de todos los participantes.
Como podemos ver en países como Reino Unido, Noruega o Finlandia, es el sector público quien gracias al patrimonio que posee unido al desarrollo actual que se está produciendo en dichos países tiene el control del desarrollo e implementación de esta metodología en las empresas del sector en sus respectivos países. En España, por el contrario, es la figura de las grandes promotoras inmobiliarias que actualmente se están posicionando en el mercado quienes tienen la capacidad de marcar los referentes de la implementación de esta metodología en nuestro país.
Autor: Alberto Cabello, profesor del Máster en BIM Management y del Curso de BIM y la Gestión de Proyectos