Las habilidades para el liderazgo han cambiado en los últimos años. Como consecuencia de las transformaciones económicas y políticas que influyen en las relaciones mundiales y en los negocios, los líderes deben poseer un pensamiento más amplio y enfrentarse a un mundo desafiante y, por lo tanto, las viejas habilidades y capacidades asociadas con las empresas y las organizaciones locales han quedado obsoletas y no son válidas.
Teniendo en cuenta lo anterior el liderazgo global se puede definir como el proceso de influir en los individuos, los grupos y las organizaciones (dentro y fuera de los límites de la organización global) que representan los diversos sistemas culturales, políticos e institucionales para contribuir a alcanzar los objetivos y la misión de la organización (Beechler y Javidan, 2007).
Ilustración 1. Visión de Liderazgo, fuente: Unsplash
Ahora bien, el proceso de transición para lograr las verdaderas habilidades del liderazgo global requiere identificar las cuestiones clave y los conflictos que hay que gestionar y asumir como nuevas reglas del juego.
El liderazgo global exige:
- Necesidad de mayor conocimiento sobre cómo manejar e integrar funciones y países.
- Sopesar la incertidumbre en torno a las decisiones que conllevan resultados y efectos.
- Necesidad de una comprensión multicultural que permita una diversidad más amplia.
- Incremento de las relaciones en las estructuras organizativas y nacionales, dentro y a través de ellas.
- Gestión de cuestiones éticas relacionadas con la globalización.
- Consideración de un gran número y variedad de partes interesadas a la hora de tomar decisiones y repartir responsabilidades.
- Gestión de la responsabilidad social corporativa de las empresas en diferentes países.
Autor: Liliana Grande Lamela. Docente del Máster en Dirección de Proyectos Internacionales – PMI® de EADIC