El presente artículo trata de la importancia de la capacitación profesional, para un mejor desarrollo y desempeño en la vida; del prepararse para ser mejor persona y también de la soledad y el silencio como fuente de formación y aprendizaje. Abarca sobre la diligencia en el trabajo, la posibilidad de aplicar prontamente lo aprendido, sobre la democratización masiva del conocimiento en la sociedad de la información, la facilidad para formarse que permiten los medios actuales como la internet, la importancia de pensar, de estudiar los temas con detenimiento, la importancia de la soledad y el breve silencio interior.
La capacitación
Vivimos un mundo de constante movimiento, de grandes cambios, una sociedad de la información y el conocimiento y el mundo del trabajo profesional se ha transformado.
Hace poco leía en una noticia publicada en el Diario El Comercio de Perú que la escuela de negocios francesa Insead lideró el ránking de los mejores MBA del mundo, elaborado por el diario especializado Financial Times en su edición 2016 y que había superado a los programas de MBA de la prestigiosas Escuela de negocios de la Universidad de Harvard, la Escuela de negocios de Londres, La Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania y la Escuela de Negocios de Stanford, ubicadas dentro del top 5 de la lista, respectivamente. Esto que ha sido una sorpresa en cierto sentido a nivel mundial ya que la escuela de negocios de Harvard había sido por muchos años la primera; fue desplazada por otro escuela que – además – no era americana.
Esto me hizo interesarme a conocer un poco buscando en un tiempo breve un fin de semana, cómo eran algunas de estas escuelas de negocios y entonces miré un poco en sus páginas web y en sus videos oficiales, quería mirar de manera general su infraestructura, cómo se desarrollaban las clases, cómo sus profesores se dirigían a sus alumnos. Y noté que algo más o menos se repite en la mayoría de las escuelas de ellas; por ejemplo el tipo de aula semicircular, la disposición de las múltiples pizarras (de movimiento vertical); la adquisición de conocimientos a través del Método del Caso. Esto me hacía recordar los tiempos en que estudié mi Maestría en Ingeniería Vial en la Universidad de Piura y luego, un Programa de Capacidades Gerenciales en el Programa de Alta Dirección – PAD de dicha Universidad.
Si bien existen profesionales senior en estos MBA y Máster internacionales son los menos; lo cierto es que la mayor parte está orientado y participan de ellos gente muy joven; podría atreverme a decir los que están por debajo de los treinta años. Este hecho ya lo había escuchado antes del Director del Programa de Alta Dirección de la Universidad de Piura PAD, pero claro verlo así en diversas partes del mundo sea EEUU, España, China, Francia, Zimbabwe; es muy agradable. Otra consideración es que todas estas escuelas de negocios incorporan jóvenes profesionales de las más diversas nacionalidades de los 05 continentes; esto que parece una verdad absoluta no deja de ser interesante cuando lo ves como algo natural en dichas escuelas; jóvenes de Brasil, España, Nigeria, Canadá, India, Japón, Perú … entre otros muchos países. Sin embargo, si hay que algo que se refleja vivamente es la gran importancia que le dan a la educación especializada, a los Máster. Estas escuelas de negocios son verdaderos palacios del saber y el conocimiento; sitios cuidadosamente diseñados y construidos para la función que han de cumplir, además de muy bien puestos. Y a los alumnos que asisten se les nota con un deseo inmenso de aprender, de conocer otras culturas, de comerse el mundo como se dice.
A su vez, cuando quise proponer este sencillo artículo, hay algo en lo que quise detenerme: la importancia del conocimiento y del saber, en esta sociedad del conocimiento y de la información. Parece algo que deba darse por descontado, pero lo cierto es que el conocimiento y el saber hacer las cosas es algo que en general la sociedad y Empresa en el mundo actual reconoce y valora mucho.
A lo largo de mi carrera profesional he visto crecer y desarrollarse profesionalmente a personas que estaban muy interesadas en el estudio y el aprendizaje de materias directamente relacionadas con su profesión, pero… será esto suficiente? Creo que es algo muy importante, porque siempre se busca a los que saben resolver un tema, gente que tengan una buena base teórica, que tengan buen criterio, actitud y experiencia, que sepan hacer las cosas con diligencia: “La laboriosidad y la diligencia inclinan juntas a afrontar el trabajo que se debe hacer, no cualquier cosa o lo que apetece, y a realizarlo cómo y cuándo se debe …(El diligente) hace lo que debe y está en lo que hace, no por rutina, ni por ocupar las horas, sino como fruto de una reflexión atenta y ponderada. El uso normal de esta palabra – diligente – nos evoca ya su origen latino. Diligente viene del verbo diligo, que es amar, apreciar, escoger como fruto de una atención esmerada y cuidadosa. No es diligente el que se precipita, sino el que trabaja con amor, primorosamente”.
Así también “ La «formación profesional» … no consiste sólo en unos conocimientos teóricos previos. Se necesita mucho más como se ha dicho antes: hacen falta virtudes humanas informadas por la caridad. Por este motivo, principalmente, la formación profesional dura toda la vida, y se mejora día a día poniendo empeño en crecer en las virtudes cristianas. No basta el afán de poseer esas virtudes: es preciso aprender a practicarlas…”
Ciertamente esta es una tarea de toda la vida, no sólo en una etapa de aquella, por ejemplo cuando vamos a la Universidad a estudiar Ingeniería o cuando hacemos un Postgrado, un MBA, un Máster. Ojalá el tiempo me permita seguir estudiando hasta el final, hasta que sea muy viejo, hasta que se me acaben las fuerzas. A veces un conocimiento no se aplica al instante de ser aprendido o a veces sí; recuerdo que alguna vez me enviaron a un curso sobre negociación y apenas regresé al Proyecto quise ponerlo inmediatamente en práctica y renegocié unos contratos que estaban por vencerse de movilidades para nuestros trabajadores que debían desplazarse a lo largo de la carretera; sin que ello implique un perjuicio a nuestros proveedores ni a la calidad del servicio les expliqué las razones por las cuales quería renegociar cada contrato, les di un valor de verdad, consistencia en mis argumentos, situación del mercado en ese instante, los traté con respeto, que eran conceptos que había aprendido en ese curso de negociación, el resultado: varios proveedores aceptaron, sólo uno de ellos no quiso seguir adelante. El Proyecto tenía por delante todavía 3 años y calculé que eso permitiría un ahorro de US $ 200,000 que finalmente se concretaron en beneficio para el Proyecto y la Empresa.
He tenido más oportunidades de aplicar inmediatamente las enseñanzas del curso de negociación en otras oportunidades: con el Cliente, autoridades civiles, los stakeholders; ya que siempre será posible aplicar en forma inmediata los conocimientos que uno adquiere en un Curso, pero… no siempre es así. Veamos a qué me refiero.
Diera una falsa sensación de que algunos temas uno los estudia en vano (muchas veces con gran esfuerzo) e incluso se puede caer en la tentación de desanimarse: podríamos pensar para qué puse tanto esfuerzo en aprender temas como EBITDA, Utilidad Bruta, Utilidad Neta, flujos estables, ROE, Backlog; o en otros campos propios de la técnica en ingeniería: SUPERPAVE para el desarrollo de Pavimentos Asfálticos de Alto Desempeño; el Highway Development and Management – HDM-4; si aquello con lo que estamos más relacionados son flujo de caja, panel de Control, productividad, rendimientos, mezclas asfálticas en caliente – MAC, bases estabilizadas con emulsión, slurry seal, etc. No obstante, pienso que ningún conocimiento que se adquiere resulta siendo vano; habrá algún momento en que aquel curso, aquella exposición escuchada al vuelo, ese curso online o artículo en internet literalmente nos será muy útil en nuestro trabajo profesional, nos ayudará a resolver un problema, a formar nuestro criterio respecto de cómo afrontar una situación diferente: bastará repasar, buscar la palabra clave en internet y así afrontar la situación que tenemos con mejores posibilidades y preparación.
Prepararse, estudiar para ser mejor
Quisiera contar que hace algunos años tuve la suerte de ser convocado por la International Finance Corporation (IFC) del Banco Mundial para hacer una Consultoría de elaboración de unos proyectos viales en el Sur Andino; una experiencia profesional muy bonita e intensa; el Proyecto ahora está concluido y da servicio a las poblaciones beneficiadas con el mismo. Pero estando en la etapa de topografía me llamó la atención unos pequeños túneles que se podían distinguir a la distancia en las montañas a una altura relativamente considerable; cuando pregunté a los ingenieros proyectistas por ello, me comentaron que se trataba de minería informal y que aquellos hombres se internaban en la mina por 15 días y luego salían de ella para volver a su faena. Me quedé pensando en el tipo de trabajo que les había tocado vivir a aquellas personas, además de las penurias que pasarían: hambre, frío, enfermedades. Y también que posiblemente no serían instruidas, ni tendrían acceso a los bienes de la cultura: los libros, cursos, la interconexión de internet, el conocimiento. En justicia, dada su condición tampoco estarían obligados.
Y nosotros, que hemos tenido acceso a la educación superior, estaremos obligados? Tantas posibilidades que tenemos a nuestro alcance ahora que el conocimiento – en cierto modo – se ha extendido y democratizado. Cuando he trabajado fuera de la ciudad capital de mi país por varios años con motivo de los Proyectos en que me ha tocado estar he podido ver cómo las Escuelas de Negocios que antes eran exclusivas de la gran Lima se han descentralizado llevando el conocimiento al interior de las principales ciudades del Perú: Cusco, Arequipa, Tacna, Trujillo, Chiclayo, Piura y en la zona andina hay un gran dinamismo intelectual en la Universidad del Altiplano; existen Diplomados, Maestrías e incluso Doctorados … cuando estemos por un período relativamente largo cerca de alguno una ciudad importante, no perdamos la oportunidad de llevar algunos de estos cursos.
Pero también se han venido desarrollando los cursos MOOC (acrónimo en inglés de Massive Open Online Course) que de acuerdo a Wikipedia “… son cursos en línea dirigidos a un amplio número de participantes a través de Internet según el principio de educación abierta y masiva” Con ello, se ha masificado y de alguna forma, democratizado el conocimiento. Cualquier persona puede inscribirse en aquellos; los hay de las Universidades más prestigiosas de los EEUU y el mundo y de las mejores universidades iberoamericanas.Y bueno, ni qué decir de los Máster especializados que desarrolla EADIC, que es una Escuela Técnica Especializada en Ingeniería, Arquitectura, Tecnología y Construcción. Allí en el Máster en Diseño, Construcción y Mantenimiento de Carreteras dicto un par de asignaturas. Una experiencia muy interesante para mí y los alumnos que son de diversas partes de Iberoamérica, incluso algunos de países como Noruega o Belice, conectados en tiempo real a través de la webinar y luego de los foros; muy enriquecedora esta experiencia tanto para los alumnos como para nosotros los profesores.
Tal es la oferta de formación… tan disponible… Recuerdo hace varios años me convocaron del Colegio de Ingenieros del Perú para hacer un peritaje especializado en un Proyecto de lagunas de oxidación en la región central andina y ambas partes en conflicto en un arbitraje, habían recurrido a expertos de alto prestigio en estos temas. Una de las partes había cuestionado un ítem de mi Informe pericial, a lo que tuve que estudiar con mucho detenimiento aquella sección que se cuestionaba; todo estaba muy bien pero había un concepto que necesitaba comprender con más precisión, quedaba poco tiempo para la exposición y la información que había en Internet era muy general, extensa y voluminosa y sólo me faltaba comprender un pequeño concepto, pero – que a su vez – tenía su complejidad; así que lo busqué en Youtube y encontré lo que requería: un experto del extranjero había editado un vídeo de 10 minutos exactamente de aquello que necesitaba comprender y se resolvió mi problema.
Esto que cuento ahora, veo que ya es una costumbre común para los chicos. Por mi hija y amigos de ella que estudian ingeniería he podido tratar a veces con algunos de estos jóvenes y he notado que usan youtube o Harvard Extension on iTunes U, para estudiar algunas clases que les son muy útiles para sus estudios. En fin, estos temas (yo estoy por los cincuenta años) no deja de ser algo extraordinario… alucinante como diría mi segundo hijo que tiene doce.
Más allá de lo que está disponible, hay también MBA’s en línea, Masters, postgrados especializados de ingeniería por Internet, el propio Máster en Diseño, Construcción y Mantenimiento de Carreteras ya antes mencionado; los cuales inicialmente no eran muy bien vistos ya que tenían sus detractores, incluso no eran válidos para acreditar una especialización en los Concursos Públicos o Licitaciones del Estado, esto evidentemente ha cambiado; los Máster o Postgrado a distancia son plenamente aceptados para ganar una licitación, en lo que respecta a la Propuesta técnica de los profesionales asignados.
Por otro lado, está la formación que va más despacio: los buenos libros, las revistas especializadas, una buena Tesis de postgrado. La información más valiosa está allí. Habrá que darse un pequeño espacio de tiempo para aprender esto y no sólo en los temas de ingeniería, sino también en cultura general recurrir a veces a los clásicos, para comprender el entorno, leer las noticias del lugar en que nos toque desarrollar nuestro trabajo, los diarios de la zona; ahora yo encuentro mucha diferencia de contenido entre un diario de Piura (cerca al océano Pacífico) y otro en la puna alto andina de Cusco; lugares tan diversos entre sí con idiosincrasia y maneras diferentes de entender las cosas, cada uno según su propia realidad, raíces históricas distintas e incluso con otro idioma (por el quechua); sin que ninguna sea mejor que la otra cada una con sus propias riquezas culturales; en ambos casos cuando nos toque trabajar por allí pienso que convendrá interesarnos por la cultura de los tallanes y por los quechuas y los chancas respectivamente; por sus condiciones socioeconómicas, sus capacidades como región, sus tradiciones, su lenguaje: no será lo mismo trabajar con gente del lugar que habla un idioma distinto al nuestro. En fin, sólo intento comentar esa necesidad cada vez más necesaria de estudiar no sólo los aspectos de la ingeniería sino también del entorno en que nos desarrollamos, así comprenderemos mejor determinadas situaciones y pienso que es más probable que tengamos éxito, especialmente si se trata de proyectos de mediano y largo plazo.
La soledad el silencio como fuente de formación y aprendizaje
Hace unos años mientras tomábamos un café, conversaba con una prestigiosa profesora de una escuela de negocios muy importante en América Latina algo que me sorprendió. Me comentaba que se había desarrollado un encuentro de líderes en el Colca y uno de los expositores tenía un tema denominado: piensa,…, piensa. Ciertamente, la intención en sí del tema o frase no era molestar a nadie; sino hablar de la necesidad de pensar. Parece cosa extraña puesto que evidentemente en un medio profesional tenemos la sensación de que siempre tenemos el tiempo para pensar, estudiar detenidamente un problema, informarse adecuadamente, aconsejarse y … no siempre es así; a veces el día a día nos gana, las obligaciones, la productividad, los rendimientos, la logística propia de una operación, los errores de diseño, los accidentes laborales, los problemas legales, policiales entre otros, ocupan por completo las horas de nuestro día; ello sin considerar las obligaciones para con nuestra familia, el tiempo que dedicamos a una Maestría, los problemas de salud… El tiempo es un tesoro limitado, algo que se nos escapa como agua entre las manos; el Plan del día se nos va sin haber podido completarlo en su totalidad y esto, sin tomar en cuenta que también nos distraemos, perdemos los minutos, las horas, dedicamos más de lo debido a un tema, a una persona, a una discusión, a pequeños problemas e incomprensiones.
¿En qué momento disponemos de tiempo para pensar en sentido estricto?; es decir, para razonar de forma serena y con profundidad un problema que resulta siendo serio. A veces lo pateamos, lo dejamos para después y después ya no hay tiempo, las cosas reclaman su oportunidad. Lo mismo pasa con el estudiar un asunto, esto no es cosa sencilla; porque también vivimos en una cultura de lo inmediato: tengo sed, compro una gaseosa, me da sueño tomo un café, no sé algo lo busco por Internet. Sin embargo, hay temas que requieren de tiempo para ser estudiados, por ejemplo los aspectos contractuales. Cuántas veces en mis 30 años de ingeniero he visto dedicar tanto esfuerzo a otros temas y se pierde de vista relegando a un segundo plano el alcance contractual, y podemos correr el riesgo de que quizá estemos haciendo alguna parte o partida que no nos pide el Contrato y – lo peor – tampoco le interesa al Cliente, aunque no lo diga.
En este orden de ideas, está también la necesidad de pedir consejo. Nuestras limitaciones son muchas y es imposible saberlo todo, cuando conozco un profesional muy autosuficiente me preocupa; ya que existe la posibilidad que no esté tomando las decisiones correctas. Regresando al hecho humilde de reconocer que necesitamos de otros, porque los Proyectos tienen componentes especializados, cada vez más necesitamos de personas que tengan la suficiente experiencia y conocimiento para darnos el consejo o recomendación adecuada. Algunas veces, uno tiene que acudir a expertos: en geotecnia, en suelos, en hidrología, pero también – cada vez más – a los abogados. Es posible también acudir con sencillez a una persona amiga ponderada que tenga buen sentido común, algún colaborador, jefe, coach o mentor y preguntarle: y tú como ves este tema? A veces las personas que están propiamente en la operación y en la tarea, pero también a veces las que están alejadas de ella puede que tengan – por su sapiencia – una visión más completa de lo que realmente puede estar ocurriendo.
Evidentemente, siempre habrá que pensar sobre la prudencia de acudir a alguien, no todos los temas pueden ser ventilados ni todas las personas son las adecuadas para enterarse de algo que debería ser reservado, pero – de vez en cuando – si fuera necesario, es bueno pedir ayuda.
Finalmente en esta parte del essay paper quisiera detenerme en el silencio. Nos ha tocado vivir en una sociedad con mucho ruido, ruido externo del bullicio de las personas, los claxon de los autos, de la policía, las ambulancias, ruido electrónico de las llamadas insistentes al smartphone, las notificaciones de los mensajes de texto, el WhatsApp, el waze, facebook, los correos, Gmail, las apps, y tratamos de tranquilizarnos algo escuchando SounCloud, Spotify, mientras vamos de regreso a casa o viendo luego Netflix. Quizá valga la pena configurar para que no ingresen tantas notificaciones de algunas de estas aplicaciones, porque es muy molesto para un interlocutor conversar con una persona que sólo esté atenta a su smartphone, ni qué decir de lo incómodo que es para la esposa y los hijos o para nuestros padres: vale la pena tener el control de las notificaciones para que no nos interrumpan a cada instante; pero evidentemente dedicar minutos a revisarlas cada cierto rato porque puede haber algo que sea realmente importante.
No obstante, ahora yo me refiero a dedicar un breve tiempo (algunos minutos) al silencio interior, no tanto para filosofar sobre el sentido de nuestra vida, sino simplemente para serenarse, quedarse quieto o descansar; es una cosa buena descansar luego de la jornada para ser más eficaces. Silencio también es cuando hacemos un poco de deporte con nuestros hijos o nuestros amigos, cuando salimos de viaje con la familia en las vacaciones, cuando vamos a un centro recreacional o al cine o cuando estamos solos en nuestra habitación un domingo por la tarde porque no podemos salir del Proyecto.
Espero no estar dando la sensación de querer enseñar algo, todos los errores que he ido mencionando trato de corregirlos en mí mismo y me cuesta, pero supongo que esto puede hacernos mejores personas, mejores profesionales, gente más eficaz; me bastaría que la lectura de este documento pudiera servirle a alguien y eso me daría mucha alegría.
Jorge Donayre, profesor del Máster en Diseño, Construcción y Mantenimiento de Carreteras