Los nuevos ejes para trenes de mercancías (Eje OGI) que se adaptan al ancho variable de las vías pueden ser la clave para que el proyecto del Corredor Mediterráneo culmine con éxito.
Realizando un símil la disyuntiva a la que los ingenieros ferroviarios se enfrentan con este asunto es similar a plantearse si cambiar las ruedas de un automóvil o por el contrario rehacer la carretera entera para que éste pueda circular por ella.
Este nuevo eje para trenes de mercancías realizado por un consorcio de empresas españolas puede marcar un antes y un después en el transporte ferroviario del país, que con esta innovación podría tomar la delantera al transporte por carretera
El principal problema al que se enfrentan los ingenieros ferroviarios del país es que España cuenta con un ancho de vía particular (el ancho ibérico), que es unos 20 centímetros más ancho que el ancho internacional, desde su instauración en 1668. Este problema ya ha sido solucionado para los ferrocarriles de pasajeros, con cambiadores que reajustan los ejes al pasar el tren por encima de ellos.
Éste nuevo eje de ancho variables es una solución que está siendo testada para los trenes de mercancías. Estos ferrocarriles son mucho más pesados y hasta el momento la única alternativa era instalar lo que se conoce como “el tercer hilo”, un tercer raíl en el interior de las vías con ancho ibérico, pero da problemas por la distinta tensión eléctrica de las catenarias y además su coste es muy elevado.
El Eje OGI fue un proyecto presentado a mediados de los 60 por una empresa sevillana, que cinco décadas después está pendiente de la homologación definitiva para mejorar el transporte de mercancías por ferrocarril en España.
Fuente: elpais.com
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