Un concepto fundamental para entender los procesos y metodología BIM y sus «dimensiones» es el de ciclo de vida del proceso constructivo. En él, básicamente se dan tres momentos clave más un cuarto de demolición y reciclaje o rehabilitación.
El primer momento del proceso constructivo es el de diseño, en el cual es arquitecto esboza cómo ha de ser el edificio. En BIM se habla entonces del modelo geométrico, de las 3D. Este modelo contiene una información básica referida a la geometría del edificio pensado sobre todo para mostrar el concepto diseñado a la Propiedad, es una visión en 3 dimensiones.
Una vez validado este modelo geométrico se empieza a pensar ya en la construcción del edificio y se entra en la segunda fase. Es necesaria más información y sobre el modelo básico 3D que actúa como estructura, se deben integrar aspectos y parámetros fundamentales para el proceso constructivo: la planificación temporal y el coste económico. Son la cuarta y la quinta dimensión.
De ella se derivan dos documentos básicos en la gestión de una obra: el planning de obra (PERT, GANTT) y el presupuesto de obra. El modelo se ha enriquecido con parámetros temporales y económicos que permiten gestionar la obra con mayor eficiencia.
Pero el modelo es un elemento dinámico que evoluciona en paralelo con la ejecución de la obra. Por ello, durante esta fase se debe realizar el proceso de recording del modelo. Es decir, recopilar todas las modificaciones del modelo y toda la documentación relevante de los elementos construidos, con el objeto de elaborar el modelo BIM as built: se está desarrollando en el proceso de Integración 6D que recoge toda la información que se debe entregar a la Propiedad en el handover y ha de constituir la base de datos que posteriormente el facility manager utilizará para la explotación del edificio.
Se entra en la fase de explotación del edificio, la fase de mayor duración y de mayor impacto económico y ambiental de todo el ciclo de vida del edificio. El BIM que se utiliza para esta fase del proceso es el modelo BIM sobre el cual se ha realizado la Integración 6D, que consiste en relacionar el modelo geométrico con otros parámetros y documentos imprescindibles para la gestión de las operaciones y mantenimiento del edificio como pueden ser: manuales técnicos de mantenimiento y garantías de los elementos instalados, contactos de los proveedores de los materiales instalados, SAT, áreas y espacios, etcétera.
Actualmente, el reto tecnológico está en conseguir una efectiva integración 6D del proceso BIM con las herramientas de gestión habituales del Facilty Manager como los GMAO o BMS para compartir toda la información necesaria en un único repositorio y de forma ordenada para facilitar al responsable de las operaciones y mantenimientos del edificio una explotación del activo lo más eficiente posible.
Autor: Alberto Martínez, profesor del Curso BIM aplicado a explotación de edificios e infraestructuras : BIM en Facility Management