Los Planes de Movilidad Urbana Sostenible, más conocidos como PMUS, son herramientas de gestión de la que se dotan los Ayuntamientos con el fin de estructurar las políticas en relación con la movilidad en las ciudades. Para ello, a partir de una serie de objetivos generales sobre la mejora de la calidad ambiental, la seguridad vial, la competitividad, etc., y con la ayuda de la tecnología – principalmente de información – se desarrolla toda una estrategia para la consecución de los objetivos definidos.
La gestión y la planificación de la movilidad son una tarea compleja en la que entran en juego muchos intereses, y la resolución de conflictos forma parte de las mismas. No hay que olvidar que aunque se trata de realizar mejoras a nivel local, no se puede perder la perspectiva de que un Plan de Movilidad Sostenible, tiene como objetivos finales, objetivos globales, como los de contribuir al cambio climático positivo y mejorar la eficiencia energética. Esta complejidad aumenta, cuando se tiene en cuenta que las decisiones políticas se han de tomar en función de una serie de limitaciones presupuestarias, como es el caso de la actual situación en Europa.
Los PMUS, han sido ampliamente promovidos por la Comisión Europea, a través del “Plan de Acción en Movilidad Urbana” (2009) y el “Libro Blanco del Transporte” (2011) como un nuevo concepto de planificación capaz de abordar los retos y problemas de las ciudades y las necesidades y requerimientos del transporte de una forma más sostenible e integradora. En la actualidad, el programa Horizon 2020, el mayor programa de investigación e innovación de la Unión Europea, que abarca del año 2014 al 2020 ha identificado como reto de la sociedad (Smart, green and integrated transport) la mejora en la movilidad urbana. Quedando reflejada en los sucesivos programas de trabajo (programa de trabajo 2014-2015 y programa de trabajo 2016-2017) la búsqueda de soluciones, invitando a las entidades interesadas a presentar propuestas sobre los siguientes aspectos:
– Aumentar la puesta en marcha y el desarrollo de soluciones innovadoras para mejorar la movilidad sostenible en las zonas urbanas.
– Apoyo a la “movilidad eléctrica inteligente” en las ciudades.
– Los enfoques innovadores para la integración de los nodos urbanos en las redes de infraestructuras (TEN-T Trans-European Transport Networks).
– Facilitar la adquisición pública de transporte sostenible innovador y las soluciones de movilidad en zonas urbanas.
– Desarrollo de iniciativas para apoyar el desarrollo y la aplicación de transportes urbanos a nivel de barrios y distritos.
En contraste con los enfoques tradicionales de planificación de transporte, el nuevo concepto de planificación hace especial hincapié en la participación de los ciudadanos y todas las partes interesadas, la coordinación de las políticas entre los sectores (transporte, uso del territorio, medio ambiente, desarrollo económico, política social, salud, seguridad, energía, etc.), y la coordinación entre las diferentes administraciones implicadas.
Un Plan de Movilidad Urbana Sostenible debe basarse en las prácticas de planificación existentes y tener debidamente en cuenta la integración, la participación, y los principios de evaluación.
El siguiente cuadro presenta de manera simplificada algunas de las principales diferencias entre el proceso de planificación más tradicional, y cómo se contemplan esos aspectos por un PMUS.
Planificación de Transporte Tradicional |
Planes de Movilidad Urbana Sostenible |
Basados en el tráfico |
Basado en las personas |
Objetivos principales: Controlar y gestionar los flujos de tráfico y la velocidad |
Objetivos principales: La accesibilidad y la calidad de vida, así como la sostenibilidad, la viabilidad económica, igualdad social, la salud y la calidad ambiental |
Centrados en un medio de transporte |
Desarrollo equilibrado de todo el transporte relevante y orientación hacia formas de transporte más limpio y sostenible |
Enfoque sobre la infraestructura |
Búsqueda de acciones i |
Documento de planificación sectorial |
Documento de planificación sectorial que sea coherente y complementario a los ámbitos políticos relacionados (como el uso y ordenación del territorio, servicios sociales, salud, control y vigilancia; etc.) |
Plan a corto y medio plazo |
Plan a corto y medio plazo contemplado dentro de una visión y estrategia a largo plazo |
Realizada por ingenieros de tráfico |
Realizada por equipos interdisciplinares de planificación |
Planificado por expertos |
Planificados con la participación de los interesados mediante un enfoque transparente y participativo. |
Evaluación limitada del impacto |
Seguimiento y evaluación de los impactos de forma regular para conseguir una mejora continua. |
Finalmente, de la implantación de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible, se esperan una serie de beneficios, como son:
– Mejora de la fluidez del tráfico y de los efectos derivados de la congestión: ruido, contaminación atmosférica, contribución al efecto invernadero y accidentes.
– Disminución del consumo de energías no renovables, promoviendo el consumo de combustibles renovables, como los biocombustibles, y otras energías más limpias.
– Reducción del tiempo de viaje.
– Mejora de los servicios de transporte público
– Recuperación del espacio público disponible, al tener que destinarse menos al tráfico e infraestructuras.
– Mejora en consecuencia, de las condiciones de accesibilidad para todos los habitantes, incluidas las personas con movilidad reducida.
– Mejora de la salud de los habitantes gracias a la reducción de la contaminación y el ruido, y también gracias a la promoción del uso de los modos a pie y en bicicleta (modos más saludables), así como la delimitación de áreas de la ciudad de baja contaminación.
– Mejora de la calidad del medio ambiente urbano y de la calidad de vida de los habitantes.
Autor: Agustín Galdón, profesor del Máster Internacional en Tráfico, Transportes y Seguridad Vial