Tenemos de nuevo el placer de contar con un artículo más de esta gran colaboración que desarrollamos Ideya y Eadic. Aitor Lobato nos cuenta su viaje y experiencia por Chile y más concretamente en el Parque Cultural de Valparaíso.
Dentro de nuestros objetivos de crecimiento para 2013, en IDEYA INGENIEROS, tenemos prevista una colaboración con el Estudio de Arquitectura de Cristian Garin.
Para ello, me he desplazado a Chile, con el objetivo de iniciar la relación, gracias a la colaboración de la Universidad de Cantabria y la Pontificia Universidad Católica de Chile a través de la Red Emprendia.
Aprovechando esta estancia escribiré en el blog de nuestros amigos de Eadic acerca de proyectos interesantes que se están realizando en Chile. Esta semana quiero acercaros el proyecto de rehabilitación de la antigua cárcel de Valparaíso, convertida actualmente en Parque Cultural en la mayor explanada entre cerros en la parte alta de la ciudad.
La construcción data del año 1844 en el cual se construyó la “casa de la polvolra” y posteriormente, a principios del siglo XX se construyó la galería de presos que fue usado como cárcel hasta el año 1999.
El Parque Cultural Valparaíso domina una superficie de 2,5 hectáreas, ocupadas por un conjunto armónico de edificios de servicios culturales en torno a un parque abierto a la comunidad, con orientación a las actividades de extensión, formación de audiencias y acceso a servicios culturales, fomentando diversas disciplinas y expresiones artísticas y artesanales. El proyecto ha supuesto una inversión de más de 8.000 millones de pesos chilenos, el equivalente a 13 millones de euros y ha sido diseñado por los arquitectos Jonathan Holmes, Martin Labbé, Carolina Portugueis y Osvaldo Spichiger, elegidos de un total de 114 proyectos.
El volumen de la galería de presos delimita el espacio disponible con una presencia imponente y limpia en cuanto a arquitectura, incluyendo a su vez una presencia más oscura a través de la historia de sus muros, sin obviar la naturaleza anterior de la obra. En su interior, están acondicionados catorce espacios de talleres y salas de ensayo, con dos áreas para la práctica de música, dos para teatro, un taller de circo, dos de danza y el resto de carácter abierto, destinados a otras actividades, conocido actualmente este bloque como Edificio de Transmisión.
El muro perimetral de la antigua cárcel sirve de horizonte, y hace la única función de encierro simbólico, delimitando un espacio de gran dimensión, despejado y ocupado casi íntegramente por zonas verdes, algo que contrasta con el carácter de los cerros y de la propia Valpo.
El nuevo edificio, edificio de Difusión, construido con pilares a modo de caballetes, permite que el patio continúe bajo su estructura creando una plaza cubierta sobre la que se sitúa la sala de exposiciones. Acoge asimismo un gran teatro, sala de artes visuales, sala de laboratorio multidisciplinario y un espacio dedicado a la lectura infantil. Igualmente, cuenta con cuatro espacios en vías de explotación comercial.
La azotea de la nueva construcción se convierte en un maravilloso mirador de toda la bahía, con el puerto en primer término, extendiéndose la vista hasta Viña del Mar y las dunas de Reñaca y Con cón.