A continuación os presentamos la Parte IV de la #ExperienciaEadic de Nacho Gil. Nuestro colaborador comparte con nosotros su Experiencia sobre la Ayuda a la Vialidad. La conservación y explotación de carreteras son el conjunto de actividades destinadas a, asegurar una circulación lo más segura, cómoda y fluida posible por las carreteras (prestación del servicio) y preservación el patrimonio viario. Para conseguir estos dos objetivos hay que desarrollar un conjunto de actividades que se pueden agrupar en:
Actividades de Vialidad
Conservación Ordinaria
Rehabilitación y mejora o conservación extraordinaria
Mejora de condiciones funcionales, sobre todo de la seguridad
Actividades de Uso y Defensa de la carretera.
Pues las actividades de vialidad o actividades de “Ayuda a la Vialidad” son aquellas destinadas a facilitar o hacer posible la circulación de los vehículos por las infraestructuras existentes en las adecuadas condiciones de seguridad y fluidez. Estas actividades son fundamentalmente: El buen conocimiento del estado y funcionamiento de la carretera e informar de las condiciones de circulación, mantener las carreteras en condiciones normales de fluidez y seguridad, en condiciones de carácter excepcional (heladas, nevadas, incendios, sismos, accidentes con victimas,…) contribuir al restablecimiento de la normalidad colaborando con las autoridades y llevar a cabo un control continuo del funcionamiento de ciertos tramos de carreteras (túneles,…) todos ellos con los medios necesarios e informando y tomando las medidas que sean necesarias.
Vertido de materiales transportados son condiciones que afectan notablemente a la vialidad
Aunque parezca que desconocemos cuales pueden ser estas actuaciones de ayuda a la vialidad, la realidad es que estamos muy familiarizados con las más frecuentes como son los accidentes de tráfico, por tanto la actividad que se realiza es la de la “atención a accidentes”, la función de los servicios de conservación es la de dar soporte a los accidentados, alas autoridades que intervienen en él y a los usuarios de la carretera que tengan que soportar las molestias que éste provoque. Por lo que se informará a las autoridades pertinentes, estos servicios colaborarán a establecer limitaciones y regulaciones de tráfico y una vez solventada la perturbación que provoca el accidente se tratará de solucionar los efectos que haya producido sobre las condiciones de la carretera. Existen también “incidencias que afectan a las condiciones de vialidad” que son consecuencia de los vehículos que circulan por la carretera como vehículos averiados, animales muertos, vertidos de materiales transportados,…o pueden ser provocados por condiciones atmosféricas que afectan a elementos de la carretera, a la carretera o a su entorno (nieblas, inundaciones,…). Existen “defectos y deterioros que requieren una subsanación de carácter urgente” a los cuales debe hacerse frente con los medios y premura requeridos en función de la peligrosidad que suponga en cada caso. Otra de las actuaciones que implica la vialidad es la de “Colocar, mantener y retirar señalización ocasional” estas operaciones pueden deberse a la realización de trabajos propios de la conservación y por operaciones especiales de tráfico, y por último la “Ayuda a la vialidad en túneles” en la que se engloba la vigilancia, la atención a accidentes y emergencias y la subsanación urgente de defectos o deterioros que afecten a las condiciones normales de fluidez y seguridad.
Vigilancia, atención a accidentes y subsanación de defectos en túneles (Túnel M-30. Ayuntamiento de Madrid)
Para dar cumplimiento a estas actividades se establecen una serie de medios para procurar una atención continuada a los problemas de día a día presenta la carretera tanto en funcionamiento como al estado de los elementos que los forman, por ello se establece un servicio de vigilancia con una serie de actividades programadas así como determinados niveles de cumplimiento que satisfacen las necesidades de cada vía en cuestión. Estos equipos de vigilancia realizan una serie de operaciones sistemáticas como son la revisión del estado de los firmes, obras de desagües en desmontes y terraplenes, drenajes subterráneos, obras de paso y muros, puentes viaductos y muros singulares y equipamientos de señalización horizontal, y vertical, balizamiento y defensa; y otras operaciones de carácter ocasional con motivo de condiciones meteorológicas adversas o niveles de tráfico elevados, entre otros, a los que se les puede incorporar equipos de vigilancia especifica para solventar esas incidencias. Es cada vez más frecuente que los trabajos desarrollados por estos equipos de vigilancia estén sujetos y regulados por indicadores de estado, en estos indicadores se establecen el método y la frecuencia para la consecución de esas operaciones así como los umbrales para no sufrir penalizaciones.
Y si queréis ampliar vuestros conocimientos podéis conseguirlo a través de Eadic, y yo seguiré contando estos y otros muchos temas relacionados con la ingeniería en Cosas de [email protected]. Saludos a [email protected].
Autor: Nacho Gil