El agua discurre en el paisaje tanto por la superficie como por el subsuelo. Cuando se proyecta una vía se debe tener en cuenta el drenaje en carreteras, de manera que el agua no dañe y pueda coexistir con la infraestructura, respetando en su mayor grado los cauces naturales y las venas de los manantiales.
La construcción de una carretera siempre provoca la alteración de un paisaje y de todos sus componentes como es el caso de del agua que fluye por él.
El drenaje en carreteras comprende la recogida de las aguas procedentes de la plataforma y sus márgenes, de las estructuras y túneles, mediante elementos construidos en la superficie y subterráneos que evacuan las aguas hacia los cauces naturales.
En la primera etapa de la construcción de una carretera, cuando se está realizando el movimiento de tierras y no se ha estudiado por completo los cauces naturales superficiales y subterráneos del agua en el paisaje, se pueden producir problemas casi de inmediato en la infraestructura. Una vez puesta en servicio si el drenaje en la carretera defectuoso se tendrá que mejorar.
La construcción del drenaje en carreteras debe comenzar desde los puntos de desagüe e ir avanzando aguas arriba con el fin de evitar encharcamientos. Una vez en funcionamiento, sus elementos deben estar libres de todo obstáculo o residuos.
En una infraestructura se ha integrado en el paisaje, el drenaje de la carretera funcionará correctamente y no habrá alterado en su totalidad las aguas existentes. Cuando se ponga en funcionamiento, los servicios de conservación de carreteras deberán tener un conocimiento del drenaje de la carretera, así como toda la documentación necesaria, como los planos definitivos o las incidencias provocadas por las aguas durante la construcción.
Cuando una carretera se ponga a disposición de la sociedad y tenga asignado su servicio de conservación, la revisión del drenaje de la carretera y demás elementos de la misma se hará periódicamente, y en el caso de detectar algún funcionamiento defectuoso se deberá actuar.
Estos defectos pueden ser encharcamientos en la plataforma o en las márgenes, defectos constructivos en los elementos de drenaje, aparición de hundimientos en el firme entre otros. Algunos de estos defectos en el drenaje en carreteras pueden ser de fácil solución y de bajo coste, como puede ser el caso de construcción de un sumidero para captar el agua superficial. Otros por contra pueden elevar el coste, como el caso de la construcción de un colector transversal por el procedimiento de perforación o hinca.
En resumen, el drenaje en carreteras es un capítulo más en la construcción de una infraestructura con incluso mayor importancia que otros, ya que, si se produce un mal funcionamiento del sistema de drenaje puede provocar un daño de muy alto coste, por ejemplo los movimientos de tierras debidos a las fuertes lluvias provocando socavones, asentamientos de estructuras o incluso colapso, inundaciones de carreteras, etc.
El capítulo del drenaje en carreteras tendrá su inicio en el momento que un ingeniero civil lo diseñe, seguirá con el ingeniero que lleve las obras y lo construya, y continuará en el tiempo con el que lleve el mantenimiento de la carretera hasta finalizar la vida útil.
Autor: Alvaro Luis Nogueira, profesor del Máster en Diseño, Construcción y Mantenimiento de Carreteras