Pautas para una plantilla que implante un SGSV en una empresa - EADIC

Pautas para una plantilla que implante un SGSV en una empresa

 

Un SGSV es un ente complejo que sirve de espejo entre la realidad y lo que queremos conocer es el estado en el que se encuentra la Seguridad Vial en nuestra empresa y/o organismo que definamos. Esta complejidad nos obliga a no tomar una única línea de actuación, sino que tendremos que utilizar varias conseguir los efectos deseados. Entre las líneas principales utilizadas nos encontramos con:

 

  • Gestión de desplazamientos: Se deben distinguir los desplazamientos in itinere (trayectos entre el hogar y el trabajo) de aquellos realizados en misión (viajes laborales). Además, pueden existir otras divisiones según la complejidad del SGSV.
  • Medidas organizativas: Principalmente enfocadas en la disminución del factor de exposición al riesgo en la carretera, mediante planificación y optimización de rutas.
  • Gestión de vehículos: Aplicación de tecnologías que incrementen la seguridad vehicular, como sistemas de frenado inteligente y monitoreo en tiempo real.
  • Formación: Capacitación continua para los trabajadores, garantizando su adaptación a los riesgos viales y mejorando la seguridad en el transporte.
SGSV
Principales líneas de actuación implantación de un SGSV en empresa. Fuente externa

Esta formación tendrá un carácter estructurado e ininterrumpido. No se puede dar formación de cualquier manera, en cualquier tiempo y a cualquier persona. Habrá que ser muy claro y conciso con el mensaje a transmitir, se tendrá que determinar cuál es el periodo de dicha formación para que sea más efectiva y tendrá que adaptarse el discurso al foro al que va dirigido.

Tipos de trabajadores

 

En una primera aproximación podemos distinguir dos tipos de trabajadores:

Profesionales

Conductores profesionales que son aquellos trabajadores que realizan gran parte de su jornada de trabajo llevando un vehículo por la carretera. Entre estos, podemos distinguir varios subgrupos:

    • Conductores rutas nacionales / rutas internacionales. Es clara la distinción entre estos dos subgrupos ya que las necesidades del transporte más localizado o nacional no son las mismas que para el transporte internacional. Además, el perfil de trabajador-conductor es distinto ya que el de ruta internacional por lo general suele ser un conductor más experimentado. Incluso las ventanas de descanso son totalmente distintas para conductores de rutas nacionales e internacionales.
    • Conductores vehículos pesados de gran tamaño / vehículos medios. Esta distinción también es muchas veces necesaria por la tipología de vehículo ya que entraña distinto tipo de formación. La formación para grandes convoyes difiere de la de camiones ligeros por sus distintas características de conducción y respuesta ante imprevistos.
Ocasionales

Conductores ocasionales que son aquellos trabajadores encargados de actividades cuya labor principal no es conducir un vehículo pero que, a veces, necesitan desplazarse por carretera. También podríamos en este grupo hacer esta distinción en los siguientes grupos

      • Los que solamente hacen desplazamientos “in itinere” frente a aquellos que tienen que hacer desplazamientos en misión necesarios por la propia “movilidad” del puesto de trabajo. Hay trabajadores, como los que pertenecen a los departamentos de administración de las empresas, que sólo hacen desplazamientos “in itinere” frente a otros con perfiles más comerciales, producción o gerencia que requieren más desplazamientos en misión para reuniones, visitas, etc.
SGSV
Conductor profesional. Fuente externa

Frente a esta distinción que podemos ver en muchos entornos laborales de empresa nos surge la duda de cómo afrontarnos a la formación. Para ello es necesario hacer una distinción clara de los contenidos formativos que se quieren dar y establecer una tabla de perfiles laborales que van a recibirlos.

La distinción entre grupos y subgrupos mencionados arriba nos va a dar una idea más precisa del tipo de conductor al que nos enfrentamos de cara a una formación. Cabe la posibilidad, en este caso, de dar formación más experimentada o cualificada a determinados subgrupos frente a otros que requieran de herramientas de seguridad vial más básicas. Todo esto hay que casarlo con el tamaño y distribución de la plantilla.

 

Criterios de SGSV

Para esta labor de casación debemos buscar criterios de eficiencia y establecer contenidos formativos mínimos por subgrupos. De esta manera podremos dar en la diana de nuestro ciclo formativo sin necesidad de requerir una segregación inicial planteada por subgrupos como la que hemos visto.

No se trata, por tanto, de involucrar a la empresa en muchos ciclos formativos adaptados a los distintos perfiles sino en una labor de casación formativa en función de la plantilla que requiera una optimización de los recursos económicos gastados en formación y que no requiera de mucho tiempo invertido en diferentes grupos y/o subgrupos.

 

Conclusión

 

Para una empresa con conductores profesionales y ocasionales, la formación debe separarse para ser más efectiva y ajustada a sus diferentes necesidades y roles. Si las circunstancias de la empresa – bien por número de trabajadores que hace inviable la segregación o por cuestiones presupuestarias – deberá modularse el discurso formativo en base a los dos grupos antes mencionados de manera que puedan cumplirse como mínimo unas expectativas de conocimiento para los trabajadores.

 

Autor: Ángel Ignacio Gascón García, docente del Máster Internacional de Tráfico, Transportes y Seguridad Vial

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