Más del 80% de las aguas residuales domésticas del mundo se vierten en el medio ambiente sin tratamiento, una cifra que alcanza 95% en algunos países menos desarrollados. Esto impacta negativamente en:
- La salud pública.
- La preservación de los recursos naturales.
- El medio ambiente.
- El sector productivo, siendo las poblaciones vulnerables con peor calidad de servicios, las que se llevan la peor parte.
A nivel mundial, el agua contaminada plantea riesgos significativos de diarrea, infecciones y malnutrición, que ocasionan 1.7 millones de muertes al año, la mitad de ellas en niños. 90% de estos fallecimientos ocurre en países en desarrollo y principalmente a causa de la ingestión de patógenos fecales de humanos o animales que se encuentran en las aguas residuales y que pueden contaminar las fuentes de agua potable.
Lógicamente, el volumen de aguas residuales aumentará con el crecimiento de la población. A medida que se expanda la economía y los ingresos globales, el contenido de sustancias químicas peligrosas, tóxicos y desechos también será mayor.
Seguramente, has escuchado historias de tus padres o abuelos sobre aquellos paseos al río en familia; donde incluso tomaban agua del río para cocinar y los niños disfrutaban del baño durante todo el día, pero hoy en día, en algunos lugares esto es imposible debido a la contaminación generada por nuestras aguas residuales.
Alguna vez te has preguntado ¿A dónde va toda el agua residual de nuestro pueblo o ciudad? ¿Has visto cómo el agua gris se mezcla con el agua limpia del río?
Algo tendremos que hacer para detenerlo, por suerte, en la mayoría de los países de América Latina ya se ha comprendido esta realidad y se están tomando acciones al respecto.
México está dando el ejemplo, ya que, en 2017 inauguró la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Atotonilco (México D.F.), la planta más grande de América Latina. Además, se trata de la mayor depuradora del mundo, permite depurar las aguas residuales de 12,6 millones de habitantes equivalentes.
La PTAR Atotonilco tiene una capacidad media de 35 m3/s, pudiendo llegar hasta un máximo de 50 m3/s. Procesa 3,6 toneladas diarias de desechos, el 60 por ciento de lo que genera la zona metropolitana de Ciudad de México.
Las aguas tratadas en la PTAR Atotonilco se reutilizan para el regadío y los desechos (lodos) para la obtención de biocombustibles, a través de un sistema de cogeneración para aprovechar el biogás producido en la digestión, permitiendo el máximo ahorro energético.
Se calcula que entre 2010 y 2030 los países de la región deberían invertir 33.000 millones de dólares en infraestructura para el tratamiento de aguas residuales, y otros 79.000 millones en alcantarillado, para lograr depurar el 64% de las aguas tratadas y alcanzar un 94% de cobertura en alcantarillado.
Conclusión y cierre:
“Muchas empresas de agua no cobran tarifas de saneamiento adecuadas para cubrir los costos de operación y mantenimiento, sin mencionar las inversiones de capital para futuras ampliaciones. Por consiguiente, hay un amplio acuerdo de que se necesitan subsidios más eficientes para el saneamiento”, explica el Banco Mundial”.
Estos subsidios se otorgan a instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), entre otras instituciones gubernamentales de países como Alemania.
Así pues, no hay excusas para los gobiernos de los diferentes países. La depuración de las aguas residuales domésticas es un deber.
Enlaces de interés:
Para complementar lo anteriormente descrito, puedes dirigirte a los siguientes enlaces:
- Página institucional, video de la depuradora Atotonilco (México):
https://www.youtube.com/watch?v=lxMIQjE619k
- Reutilización de agua en España:
https://aedyr.com/cifras-reutilizacion-agua-espana/
Autor: Edicta Alvarado Meza docente del Máster en Ingeniería del Agua: Tratamiento, Depuración y Gestión de Residuos de EADIC.