El desarrollo de proyectos de ingeniería exige del manejo de herramientas financieras, vamos a analizar las diferencias básicas entre Renting y Leasing.
Ambos contratos son formas de alquiler a largo plazo, aunque la finalidad y los servicios que ofrecen son distintos.
Ambos se diferencian de un crédito tradicional en que:
- Financian el 100% del bien.
- No suponen la anotación de deuda en el pasivo.
- Tienen unos intereses más bajos.
- Más flexibilidad.
- Tienen ventajas fiscales.
En el contrato de renting (arrendamiento financiero) no figura opción de compra al final del período de contrato, sin embargo, por lo general, si el cliente quiere puede optar por pagar el precio residual y quedarse con el bien. Va buscando más la funcionalidad en cada momento que la inversión en un bien.
Por su parte, el contrato de leasing (compra financiera) va encaminado a la posesión final y en este tipo de contrato si se refleja, desde el principio, la opción de compra al final del período, de hecho es el elemento esencial. El leasing es una forma de financiar un bien.
Cuando se realiza un contrato de renting, existen ventajas complementarias, como el mantenimiento del material y otros servicios adyacentes. Estos servicios no se contemplan en el leasing.
Mientras el renting se puede considerar como simplemente un gasto, el leasing, al considerarse inversión, conlleva la afectación a las cuentas de inmovilizado material.
El renting se caracteriza por su movilidad y flexibilidad para adaptarse a las necesidades del arrendatario. No hay periodos mínimos de duración y está orientado al corto plazo.
El contrato de leasing exige una duración mínima de dos años, lo que le confiere una mayor rigidez, aunque se ha de señalar que, en cualquier caso, sus estipulaciones están basadas en la libertad de pactos de las partes. Es una operación orientada al medio y largo plazo.
Al finalizar el contrato en el renting hay dos alternativas:
- Que se devuelva el bien.
- Que se prorrogue la duración del contrato.
En el leasing, cuando expira el contrato se dan tres posibilidades:
- Que se devuelva el bien.
- Que se prorrogue el contrato.
- Que se haga efectiva la opción de compra.
Ambos productos financieros han ido evolucionando y flexibilizándose de tal manera que en ambos podemos encontrar características del otro por lo que se ha definido:
- Dry Lease: más cercano al renting.
- Wet Lease: más similar al leasing.
Recientemente ha aparecido el Soggy Lease, enfocado hacía la operación ferroviaria de pasajeros:
- Se contabiliza como un gasto, como en el renting
- Riesgo: por parte del arrendador como en el leasing.
- El mantenimiento es compartido el preventivo por parte del arrendatario y el correctivo por parte del arrendador (operador ferroviario)
Enlaces de interés:
- https://www.alphatrains.eu/de/
- https://ppp.worldbank.org/public-private-partnership/sector/transportation/railway-trains
- https://www.elindependiente.com/economia/2018/05/29/renfe-frena-la-liberalizacion-del-tren-al-liquidar-la-filial-de-alquiler-de-material-rosco/
Autor: Roberto Camilo García Cárceles, docente del Módulo de Entorno Económico y Dirección Financiera del Máster MBA en Dirección de Empresas y Gerencia de Proyectos de Ingeniería y Construcción de EADIC.