Seguridad de presas: ¿Aprendimos la lección tras el desastre de Banqiao y Shimantan? - Eadic

Seguridad de presas: ¿Aprendimos la lección tras el desastre de Banqiao y Shimantan?

Como ocurre en muchas ocasiones hasta que no sucede una gran tragedia no se toman las medidas necesarias para la seguridad. En este caso aún está por determinar si el análisis de este desastre realmente supuso un avance para mejorar la seguridad de presas y embalses.

A pesar de las consecuencias tan importantes de la rotura de las presas de Banqiao y Shimantan, y del número de víctimas mortales, el gobierno chino se propuso mantener a la población desinformada. La catástrofe no comenzó a aparecer frente al público hasta los años 90, fecha en la que empezaron a aparecer libros y documentos sobre el incidente.

Antes, en un primer momento tras el desastre de Banqiao, el Gobierno Chino se centró en la vigilancia, reparación y control de las presas. Pero, el ocultismo por parte del Gobierno, junto con que la ministra china logró diluir la responsabilidad sobre la catástrofe consiguiendo que nadie fuese juzgado por los hechos, tuvo como consecuencia que  en la siguiente década y las sucesivas la política de poner presas masivamente se restauró y volvió de forma tan despreocupada como anteriormente se había producido.

Tampoco ayudó la presión social, y es que el año después del accidente, en verano de 1976, la tierra fértil donde habían muerto tantas personas produjo unas inmensas cosechas. Mirando alrededor podían verse cosechas en todas las partes y aunque existiese oposición a la construcción masiva de presas, lo que realmente hacía agitarse a la gente eran aquellas cosechas que eran verdaderamente ricas y densas.

Para hacernos una idea de la política China en relación a la construcción de presas, en 1993, Lu Youmei, el antiguo viceministro de energía y presidente de la Corporación para el desarrollo de las Tres Gargantas anunció con orgullo que si algo iba mal con el proyecto de las Tres Gargantas en el río Yangtze él sería el responsable. Lu hizo la promesa que la fecha de la ejecución del embalse en las Tres Gargantas se adelantaría un año para que pudiese coincidir con el retorno de Hong Kong en 1997.

Ese mismo año, el 5 de junio, el gobierno certificó la reconstrucción de la presa de Banqiao con algunos metros más.

seguridad de presas
Presa de Banqiao en la actualidad

 

La razón oficial de esta reconstrucción fue que durante los siguientes 11 años posteriores a la rotura de la presa de Banqiao, el Río Ru sufrió algunas avenidas de importancia, lo que se tradujo nuevamente en inundaciones. Por ello, después de numerosos estudios de viabilidad, la reconstrucción de la presa de Banqiao consiguió de nuevo la calificación de “proyecto clave” y entró en el séptimo plan quinquenal de China. El dueño del proyecto fue la Comisión de Recursos del Río Huai, y a finales de 1986 la constructora Grupo Gezhouba, comenzó las obras.

Actualmente, China tiene 87,000 presas a lo largo del país, la mayoría construidas entre los años 1950 y 1970 empleando estándares de calidad muy bajos. Muchas de estas presas presentan un deterioro avanzado, siendo un serio reto para establecer medidas de control de avenidas en áreas ocupadas por más de 130 millones de personas.

China pretende, sobre el año 2020 incrementar su capacidad energética cerca del 50% al mismo tiempo que intenta elevar la proporción de energía basadas en combustibles no fósiles desde el 9 hasta el 15%. Con el desarrollo de la energía nuclear de Fukushima en 2011, las presas han vuelto a levantarse rápidamente. El duodécimo plan quinquenal pretendía una producción hidroeléctrica equivalente a siete presas de las “Tres Gargantas” en 2015.

En la parte sureste de China se construyeron docenas de grandes presas. En los tres sistemas de los ríos Un (Salween), Lancang (Mekong) y el Yangtsé. Habrá conjuntamente 32 proyectos mayores completados. Pero en los próximos años serán más de 100.

Mientras, la mayoría de las preocupaciones relacionadas con los nuevos planes se enfocan en los efectos medioambientales y la recolocación de los residentes locales. Sin embargo, un estudio del grupo medioambiental ‘Probe Internation’ expuso que cerca de los 130 embalses en ese y otros ríos de la región “el 48.2 por ciento están localizados en zonas de alto o muy alto riesgo sísmico”.

El informe continúa: “Construyendo más de 130 grandes presas en zonas con una alta sismicidad, China se embarca en un gran experimento con unas consecuencias potenciales desastrosas para su economía y ciudadanos”.

Autor: Ana Rocío Fernández, alumna del Máster en Diseño, Construcción y Explotación de Obras Hidráulicas

Máster en Diseño, Construcción y Explotación de Obras Hidráulicas

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