Esta semana vuelve Óscar Arenal, integrante del equipo de Ideya, a deleitarnos con un nuevo artículo. Hoy lo vuelve a hacer de nuevo pero, en esta ocasión, exponiendo la situación de la seguridad en el trabajo, junto a su particular visión e imágenes curiosas como complemento. Seguro que os encanta.
Hoy voy a tratar de darles una visión particular de lo que se debería entender por salud laboral, o aludiendo a un término más actual: Prevención de riesgos laborales…
Para ello, es necesario conocer un par de definiciones de partida:
¿Qué entendemos por salud?
Se entiende por salud el completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de afecciones o enfermedades.
¿Y por salud laboral?
Si bien el término “Prevención de riesgos laborales” es bastante actual, pues se refirió a él por primera vez en la ley de Prevención de Riesgos Laborales del 8 de Noviembre de 1995. Se trata de una práctica que, al menos en España, goza de más de 100 años de actividad y, pese a que se ha avanzado notablemente en la detección de los diversos riesgos laborales y la actuación para prevenirlos he de decir que aún queda mucho camino por recorrer. Sobre todo en cuanto a la concienciación de los trabajadores, que además son los principales interesados de realizar una buena práctica.
A continuación, haremos un inciso en buenas prácticas a la hora de realizar nuestros trabajos y dar una breve pincelada a lo que deberíamos entender cuando nos hablan de prevención de riesgos laborales. Además hablaremos de los tipos de accidentes más notables.
Riesgos Eléctricos
El riesgo por contactos eléctricos, pese a no ser el más habitual, si es imprescindible ejecutar una correcta protección frente al mismo puesto que sus consecuencias suelen ser las más graves, yendo desde graves lesiones hasta la muerte.
Por ello vamos a hacer mención a lo que todo trabajador eléctrico debe conocer: “Las cinco reglas de oro”
1. Desconectar, corte visible o efectivo: Cortar la administración de energía eléctrica.
2. Enclavamiento, bloqueo y señalización: Impedir cualquier posible realimentación.
3. Comprobación de ausencia de tensión: Con procedimientos y equipos adecuados.
4. Puesta a tierra y cortocircuito: Para crear una zona de seguridad alrededor.
5. Señalización de la zona de trabajo: Con vallas, conos, o dispositivos similares.
Si bien la principal labor del técnico de seguridad laboral debe ser la de detectar los riesgos y prevenir su aparición, hay situaciones en las que estos no pueden ser evitados o no pueden limitarse suficientemente sus afecciones con medios de protección colectiva o adecuados procedimientos técnicos, es aquí donde cobran importancia los equipos de protección individual.
Es obligación del empresario la de disponer de los adecuados y homologados EPIs para su empleo por sus trabajadores, además es responsabilidad del técnico de PRL adscrito a la obra que se vele por el correcto uso de los mismos. Pero es en el trabajador, donde finalmente recae la potestad de usarlos, siendo el principal interesado en su protección y, en muchos casos el mayor lastre a la hora de su uso, pues son frecuentes las quejas derivadas de su empleo, por incomodidad, calor, o mera costumbre.
Si observamos detenidamente las siguientes imágenes podemos destacar diversas cualidades del ser humano: eficiencia, trabajo en equipo o capacidad para resolver los problemas.
Sin embargo, queda patente el conocimiento, que en algunas situaciones se tiene sobre una adecuada ejecución de la prevención de riesgos laborales.
La Situación Actual
Todavía no existe una cultura preventiva en nuestro país, además de que no existe una aplicación eficaz de la normativa de prevención de riesgos laborales en empresas. En este aspecto, y en el de la calidad de materiales es donde el sector de la construcción queda peor parado.
El sector servicios, en el cual se encuentra la mayor parte de la población asalariada, es también el que presenta el mayor número de accidentes. No pudiendo olvidar la construcción, donde la incidencia de los accidentes es la más elevada de todos los sectores.
A modo de resumen me gustaría reincidir sobre la importancia de una correcta ejecución de prevención de riesgos laborales en nuestros trabajos. Y en no pensar que es labor de otros: del empresario, del técnico de PRL… dado que velar por la seguridad es una responsabilidad de todos.
Los trabajadores tenemos que concienciarnos de su importancia, olvidar costumbres como “no me pongo el casco que es un momento”, “no voy a ir a por los guantes que no me hacen falta” o “llevo 20 años trabajando aquí y nunca me ha pasado nada” porque en algunas situaciones, basta que pase 1 vez para cambiar la vida de alguien.