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ToggleLa seguridad vial sostenible es una de las prioridades para Holanda desde el año 1997, dado los altos índices de accidentalidad y mortalidad presentados en año anteriores. En el año 1985 el número de accidentes en Holanda fue de 42.348 reduciéndose de forma importante en el año 1986, que registró un valor de 14.364. A pesar de dicha bajada, el gobierno holandés apostó por un nuevo concepto de seguridad vial con el objetivo de llegar a hablar de una verdadera seguridad vial sostenible en el año 2020.
Las políticas públicas respeto a este tema, siempre buscan evitar los accidentes de tráfico o en su defecto impedir lesiones graves, normalmente lo hacen a través de diferentes estrategias de prevención y atención de accidentes. El modelo holandés propone que el usuario sea la figura central del sistema vial, lo que implica que tanto la conducción como las infraestructuras deben ser funcionales al usuario. A continuación se presentan los pilares en los que se basa:
a. Identifica como usuarios vulnerables a: peatones, ciclistas, motociclistas y ciclomotoristas.
b. Aplica el concepto de carreteras o vías “auto-explicativas”, cuyo trazado y señalización deben mostrar con claridad a los conductores cuál es la conducta o comportamiento seguro en cada momento.
c. Jerarquiza las vías de acuerdo a su función, de modo que sean más coherentes con el concepto anterior de vías “auto-explicativas”.
¿Cómo nació?
Fue la Fundación para la Investigación Científica en Seguridad Vial (SWOW) en el año 1990 quien promovió este nuevo concepto de seguridad vial. A finales de 1997, se suscribe el concepto y oficialmente se convirtió en la mayor apuesta gubernamental.
Una política gubernamental debe contar en primer lugar con el mayor apoyo institucional, que en el caso holandés se llamó Comité Asesor. Posteriormente, a través de plataformas de comunicación tanto telefónica como on-line, las autoridades atendían cualquier duda existente, mostraban los debates que se realizaban o aportaban datos de estudio y consecución de objetivos.
Los requisitos que se exigen a las vías, carreteras y usuarios son:
I. La función de las vías y su uso debe de ser similar. El diseño de la vía está condicionado a la propia y natural limitación humana.
II. Los vehículos en su caso deben estar equipados y diseñados de modo que faciliten la labor de la conducción y la seguridad.
III. Se debe de incentivar al usuario de las vías a rehuir de conductas peligrosas, a través de información y formación.
La seguridad sostenible holandesa supone un nuevo proceso de reingeniería de las vías de circulación, con la consecuente coordinación entre los organismos implicados en la tarea, tanto a nivel nacional, como local. En el país de los tulipanes han definido el modelo, diferenciando claramente dos fases de actuación,debido al giro radical de la política de seguridad.
¿Cómo se trazan las carreteras en Holanda?
En esta primera fase de actuación sobre las carreteras, tanto las mejoras como reestructuración radican en la limitación de la velocidad y el acondicionamiento de las vías
En la segunda fase de actuación definida por los organismos públicos, se pretendió que todas las vías holandesas fueran objeto de las medidas propuestas en la primera fase. Incluye medidas a nivel nacional y regional, así como la finalización de vastos proyectos piloto de implantación de medidas de seguridad vial en diversas ciudades holandesas.
Los resultados los avalan, ya que han reducido el número de accidentes en un 50 %, y el número de lesiones, así mismo, un 40%, situando al país de las bicicletas como cuarto más seguro a nivel europeo, tras Suecia, Reino Unido y Dinamarca.
A la hora de analizar este modelo de seguridad propuesto debemos de tener en cuenta por un lado la inversión en materia de infraestructuras de ambos gobiernos, y en segundo lugar la densidad de población.
Atendiendo a un criterio económico, Holanda posee mayor capacidad de inversión en carreteras que España, lo cual facilita la proposición de nuevos modelos que desarrollen la seguridad vial. Por otro lado, los Países Bajos poseen la mayor densidad dentro de la UE con 488 personas por km² lo que favorece el “trayecto corto” en carretera facilitando el acondicionamiento de estas según velocidades bajas que disminuyen el riesgo de accidente.
España con una densidad de 92 personas por km² necesita de una dotación de infraestructuras de mayor longitud y recorrido, lo que conllevaría a un gasto adicional por parte del Ministerio a la hora de acondicionarlas según el nuevo reto de la seguridad sostenible.
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