Actualmente, el mercado está experimentando una auténtica revolución, y si las empresas quieren mantener y mejorar su competitividad deben apostar por el cambio. El reto es agresivo, y exigirá una mejora radical en costes, calidad y capacidad importante de adaptarse a las diferentes demandas de los clientes.
El Smart Manufacturing forma parte de este cambio, de esta mejora. Con ello, las empresas productivas deben conseguir un modelo eficiente y flexible, capaz de adaptarse a las necesidades del mercado de una manera ágil y sin que esto implique sobrecostes ni problemas de calidad.
El Smart Manufacturing o Industria 4.0 no es sino una nueva forma de gestionar los medios productivos a través de las tecnologías de la información. Dentro de dichas tecnologías podemos destacar el Internet de las cosas, Big Data, Robótica, Realidad Virtual y Aumentada o Impresoras 3D por ejemplo.
Según el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), el Smart Manufacturing es:
“Conjunto de sistemas de fabricación totalmente integrados y colaborativos que responden en tiempo real para satisfacer las demandas y condiciones cambiantes en la fábrica, en la red de suministro y en las necesidades del cliente“
El Smart Manufacturing ayudará a las empresas a:
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- Mejorar la flexibilidad de cara a la demanda de los clientes
- Disminuir los costes operativos y por lo tanto mejorar los márgenes de la compañía
- Reducir tiempos de parada no programados, mejorando los ciclos
- Mejorar la seguridad de los trabajadores
- Disponer de información en tiempo real que agilice la toma de decisiones
Asimismo, uno de los grandes retos a los que se enfrenta el Smart Manufacturing y la digitalización de las fábricas es el aseguramiento de la confidencialidad de toda la información dispuesta en la red, la ciberseguridad. La seguridad cibernética es un reto para la digitalización y debe ser tratada con mucho mimo por parte de todas la organizaciones. Potentes anitivirus, firewalls, continuas actualizaciones, copias de seguridad, protección de los hardware o redes wifi muy bien protegidas son algunas de las medidas básicas que no deben faltar.
Por otra parte, el Smart Manufacturing y digitalización de las fábricas implica que existan tareas que no van a ser ejecutadas por personas sino por las propias máquinas, si bien es cierto es que se necesitará mano de obra especializada para desarrollar estos nuevos modelos productivos así como las herramientas digitales necesarias en cada caso. El aprendizaje y reciclaje en los profesionales será un aspecto clave en los próximos tiempos.
Autor: Borja Muga, profesor del Máster en Electrónica Industrial, Automatización y Control, del Máster en Gestión Integrada de la Calidad, la Seguridad y el Medio Ambiente y del Curso de Implantación del Sistema de Gestión de la Calidad ISO 9001. Auditorías de Calidad y Aplicación al Sector Industrial, Construcción y Agroalimentario