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ToggleEstas son unas pequeñas ideas que me han servido para manejar, creo que con alguna eficacia, el software aplicado al cálculo de estructuras. Lo relato en primera persona para hacer notar de forma más clara, que no tienen por qué ser buenas ideas para cualquiera y, por supuesto, que no son las mejores. Al final me doy cuenta que realmente son ideas que conforman un control de calidad personal.
Ir despacio
Aunque una construcción sea pequeña me merece la pena introducir los datos despacio. Así evito emplear tiempo en ir hacia atrás repasando todo lo ya introducido, no pierdo tiempo rebuscando entre cientos de datos algún dato mal introducido y además cuando el software aplicado al cálculo de estructuras marque algún error, tendré la seguridad de que no es por un dato mal puesto. Gano tiempo. Por aquí usamos el dicho: vísteme despacio, que tengo prisa.
Hacer muchas veces zoom
Sobre todo en estructuras grandes pasa que no sé concretamente cómo está trabajando alguna parte de ella. Es por eso, que compruebo una y otra vez, que de la manera en que la veo trabajar, es como tenía pensado que debiera trabajar. Haciendo esto he podido detectar una gran cantidad de errores propios, e incluso me he llevado muchas sorpresas, porque alguna parte de la estructura me contradecía, al creer ciega y equivocadamente que trabajaría de otra manera. Mirar varias veces y lo más cerca que puedo el detalle de las cosas me ha permitido comprender muy bien qué ocurría.
Ver cómo se mueve
Tiene mucho que ver con la preocupación anterior, en el sentido de que veo más claramente y de forma muy inmediata si una pieza está mal conectada, porque se mueva demasiado libremente; e incluso puedo pronosticar en qué lugares es más eficaz rigidizar la estructura por aquel preciso motivo del movimiento excesivamente libre que observo. También pasa, que tienen la ventaja, de que cuando algo encuentro que es un poco incomprensible, a veces sólo llego a comprenderlo únicamente viendo cómo se mueve; es decir, que veo mejor qué hace la pieza cuando es cargada y está unida de una concreta manera.
Siempre dar alguna explicación, la que sea
Puedo simplemente: introducir todos los datos, esperar cómodamente a que el programa los maneje y finalmente que dé un resultado. Esta forma de hacer no es buena para nadie porque es seguro que me pasarían cosas desapercibidas que podrían ser muy peligrosas, luego es bueno dar siempre alguna explicación, la que sea, pero darla. Esto tiene mucho que ver con que tengo que saber muy bien cómo trabaja la estructura antes de calcularla ¿Cómo evitar aquel posible peligro?
Bien, pues el hecho de mirar después los esfuerzos, me provoca siempre preguntas de porqué esos esfuerzos son así y no de cualquier otra manera, es decir, que los esfuerzos no me dan igual. Esto hace, que piense que sea importante no dejarme nada por explicar que además tiene las consecuencias: o bien que procure confeccionar una estructura más óptima, mejor; o bien que no tenga la sensación de volcar toda mi confianza en cualquier dato, inclusive peligroso, obtenido por el software aplicado al cálculo de estructuras.
Ver qué y cómo hacen otras personas
Aunque lleve muchos años trabajando en lo mismo y haya visto muchas cosas, termino haciendo los mismos hallazgos de la misma manera o solucionando los mismos problemas de la misma manera. Dándome cuenta que esto puede ser un obstáculo para mejorar tanto en la forma de trabajo como en el de conseguir estructuras óptimas, suelo estudiar qué hacen otras personas o cómo manejan el software aplicado al cálculo de estructuras otras personas.
Una de las grandes ventajas que tiene el que seamos muchas personas trabajando en lo mismo y de distintos lugares del planeta, es que nos diferenciamos unas de otras en pequeños detalles, que pasan desapercibidos, pero que sin embargo, llegan a ser muy importantes y muy satisfactorios, cuando consigo descubrirlos.
Al final, haciendo esta tarea, es una de las formas de las que he aprendido más. Como consecuencia de todo lo anterior y al final, en el puro aprendizaje, llego a ver que docentes y alumnos nos enriquecemos unos a otros, donde encuentro que no tiene mucho sentido esa división de tareas entre unos y otros. Quiero decir, que el aprendizaje es mutuo siempre.
Hacer muchos tipos
Cuando resolvía las estructuras a mano y con calculadora, me llevaba a que únicamente podía resolver una estructura a la vez, o un tipo estructural a la vez. Haciendo esto conseguía hacer la mejor estructura posible de acuerdo a mi experiencia y a mis conocimientos, que siempre fueron escasos.
La gran ventaja que tiene utilizar un software aplicado al cálculo de estructuras de forma ágil es que puedo ensayar varios tipos estructurales al mismo tiempo, con lo que puedo llegar mejor y más rápidamente a la estructura más óptima posible o de la que soy capaz en ese momento.
Quiero decir, que llego a saber muy bien lo que abarata y lo que no abarata; o de otra manera, que distingo perfectamente las decisiones buenas de las malas, aunque claro, no puedo muchas veces tomar las mejores decisiones porque tengo que adaptarme a los otros entes que intervienen en el proceso constructivo.
Responder rápido
Una de las cosas que más cuestan en el proceso constructivo es el tiempo, porque se gasta mucho dinero en nóminas, alquileres, préstamos, mantenimiento de máquinas,…. es decir, de cosas que dependen del tiempo. El material cuesta lo que cuesta y de ahí poco se puede abaratar. Es por eso que las constructoras tienen una preocupación siempre constante por el tiempo.
Cómo esto es así, el proceso constructivo cada vez es más rápido y cada vez lo será mucho más con la implantación definitiva del BIM, ya que el objeto constructivo se parecerá más al objeto industrial, como lo es una lavadora. Aquello hace que cada vez sea más frecuente que me consulten cosas que necesitan ser respondidas rápidamente, porque necesitan tomar decisiones rápidas.
Entonces, de forma casi inmediata puedo ensayar en el software aplicado al cálculo de estructuras la alternativa, la dificultad o el problema que me planteen, que de otra manera más manual, me podría llevar quizás un par de días y que sin embargo ahora lo puedo resolver en un par de horas e incluso en menos.
Autor: Juan Carlos del Pozo, profesor del Máster en Cálculo de Estructuras de Obra Civil y del Curso de Cálculo de Estructuras con ETABS