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Toggle1. ¿Qué son los ADAS?
Cada vez es más notable la presencia de los ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) o Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción en los vehículos.
Se trata de una serie de sistemas que permiten mejorar la seguridad del automovilista en el momento de la conducción, y cuyo objetivo principal es claro: minimizar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico y evitar colisiones, ya sea con otros vehículos u otro tipo de obstáculos.
Lo que al principio eran equipamientos opcionales y solamente estaban presentes en los vehículos de gama alta, hoy en día ya se montan de serie en la mayoría de los coches.
Y es que, los ADAS, son para muchos expertos uno de los principales elementos a tener en cuenta de cara a la reducción de siniestralidad que muchas administraciones se han marcado como objetivo.
De hecho, un estudio de la DGT concluye que, si todos los vehículos llevaran sistemas avanzados de asistencia al conductor ADAS, podrían haberse evitado o mitigado las consecuencias de unos 46.000 accidentes de tráfico, que representan un 57% del total.
A pesar de este dato, sólo el 20 % de los vehículos cuenta con alguno de estos sistemas instalado de serie.
Los ADAS, gracias a su contribución en la seguridad, mejoran la experiencia de la conducción.
Estos sistemas intervienen en diferentes fases de la conducción, ofreciendo información, actuando o llegando a actuar directamente sobre otros sistemas para, por ejemplo, detener el vehículo. En cierto modo podemos decir que los ADAS nos dan una segunda oportunidad, de cara a poder afrontar un posible error del conductor.
2. Los ADAS y la legislación:
En el automóvil, como generalmente en todo lo que tiene que ver con desarrollos técnicos, normalmente todos los avances a este nivel van muy por delante de la legislación, que tarda unos años en reflejar la realidad técnica en los correspondientes reglamentos y leyes.
Elementos como el ABS o el ESP son desde hace años obligatorios para todos los nuevos vehículos que se incorporan al mercado, pero se comenzaron a implantar en los vehículos bastantes años antes.
Lo que está claro es que, poco a poco y bajo la perspectiva cierta de su contribución a la seguridad, la mayoría de los ADAS más modernos o que están en desarrollo serán de carácter obligatorio. No en vano los ADAS representan un importante agente para lograr el objetivo de reducción de accidentes de la Unión Europea.
El Parlamento Europeo aprobó en 2019 un cambio de normativa por el que se regulaba que los vehículos deben incorporar tecnología encaminada a evitar los accidentes y minimizar los riesgos.
3. Sistemas de asistencia a la frenada de emergencia:
Los ADAS asisten al conductor en aspectos relacionados con la velocidad o la ubicación en la vía, por ejemplo, pero quizá uno de los que más contribuyan a evitar las colisiones son los que asisten al conductor en el momento de la frenada, es decir, cuando puede evitar esta colisión inminente.
Frenar de forma brusca no es algo que todos los conductores están acostumbrados a hacer, algo que se constata de forma habitual en muchos cursos de conducción.
Si a esto unimos, que una distracción puntual hace que tengamos menos tiempo para frenar y consecuentemente menos espacio, está claro: tener un sistema que ayude al conductor es fundamental. Este sistema detecta situaciones de frenada de emergencia y asegura que en ellas la fuerza de frenado, y con ella la deceleración del vehículo, sea máxima.
El sistema de asistencia a la frenada de emergencia puede disminuir el riesgo o la gravedad de un accidente en determinadas circunstancias y desde luego puede evitarlo, que es lo realmente deseable.
No es necesario actuar de forma diferente, de hecho, el sistema se va a comportar mejor si el conductor pisa el freno como lo haría si no tuviese ese sistema. Esto es algo muy común a todos los ADAS. Podríamos decir que este sistema multiplica la voluntad del conductor y entiende sus intenciones para dar la mejor solución posible.
En los vehículos actuales, equipados con el sistema antibloqueo (ABS), el conductor, ante una situación de emergencia, siempre debe ejercer la máxima fuerza posible sobre el pedal de freno, aprovechando todo el recorrido del mismo.
La Unión Europea, junto con Japón y otros veinte países acordaron hacer obligatorios los sistemas automáticos de frenada de emergencia (AEB) antes de 2020.
4. Mantener la trayectoria:
Año tras año las salidas de vía suponen un importante número de accidentes de tráfico, se trata de accidentes en los que la distracción es uno de los principales factores causantes de la salida. En el pasado 2019, la salida de la vía seguía siendo el tipo de accidente más común, con el 39% de los fallecidos, seguido de las colisiones frontales (23%), la colisión fronto-lateral (12%), el atropello a peatón (11%) y la colisión trasera (9%). Porcentajes todos ellos que se mantienen estables respecto a 2018.
4.1 El Sistema de aviso de cambio involuntario de carril actúa en diferentes fases.
El vehículo en primer lugar avisa al conductor si detecta ese cambio involuntario. Algo que se detecta fácilmente porque el conductor no ha accionado los intermitentes, además tienen en cuenta otros factores como pueda ser la posición de la dirección o el uso del acelerador o freno.
Los avisos pueden ser luminosos, sonoros, o mediante vibraciones en el volante o en el asiento. Luego del aviso sonoro pueden venir otras actuaciones, en función del tipo de sistema que monte cada vehículo, como la actuación sobre la dirección o el sistema de frenos.
En cualquier caso, a diferencia de otros sistemas como el sistema de aviso de colisión que actúan de forma más brusca, en este caso se trata de una asistencia gradual.
Estos sistemas se activan a cierta velocidad, e incluso puede ser desconectado por parte del conductor, esta circunstancia es algo que se da con cierta frecuencia y no es deseable, dado que la ayuda de los ADAS en la conducción está más que probada.
Algo importante es el estado de las marcas viales, el sistema las toma como referencia, y su mal estado o en algún caso las condiciones externas como reflejo del sol, oscuridad o suciedad pueden hacer que el sistema no funcione a la perfección.
En todo caso, es necesario que existan las líneas de delimitación de carril para que los sistemas funcionen. Además, su precisión se reduce cuando dichas líneas se hallan en mal estado o cubiertas por nieve o barro o con visibilidad reducida (lluvia, noche, etc.)
5. Ayuda para ver lo que hay en el temido ángulo muerto:
Los puntos ciegos o ángulos muertos son aquellos espacios que quedan fuera de la visión del conductor cuando este utiliza los espejos retrovisores.
Los ADAS encaminados a solucionar esta situación, detectan la presencia de otros vehículos que se acercan a su punto ciego, y si su señal intermitente está encendida, advierten al conductor mediante una luz intermitente en el propio espejo retrovisor, un pitido o incluso una vibración en el volante.
La detección de puntos ciegos es una tecnología clave entre las ayudas al conductor que proporciona total cobertura electrónica alrededor de su automóvil, independientemente de que el coche circule a mayor o menor velocidad.
El Sistema funciona gracias a una serie de sensores situados en la parte trasera del coche, pueden ser desde radares de medio o largo alcance hasta sistemas de procesado de imágenes. Su función en definitiva es la de obtener información sobre el tráfico que rodea al vehículo y trasladarla al conductor.
Además de avisar en momentos puntuales en los que se detecta un inminente riesgo real, el sistema actúa también de forma pasiva. Es decir, se mantiene funcionando independientemente de la intención del conductor.
Esto lo logra informando en todo momento de los vehículos que están en este punto ciego mediante un aviso luminoso en el espejo retrovisor.
Aunque la evolución de este sistema, como el resto de los ADAS es constante. En principio hay ciertas limitaciones, por ejemplo, a la hora de detectar los vehículos, durante la noche en caso de que estos no lleven las luces encendidas o se trate por ejemplo de una bicicleta sin luces, el sistema puede no detectarlo.
Otra limitación puede venir por la propia suciedad que tape los sensores, que en definitiva son los que nos van a dar la información.
6. El coche que “aparca solo”:
Aparcar, algo que para algunos conductores es un auténtico quebradero de cabeza, es posible que se haga de manera autónoma para muchos vehículos. El asistente al aparcamiento es un asistente que ayuda al conductor a realizar aparcamientos en paralelo y en batería.
Gracias a una serie de sensores de ultrasonidos, el vehículo detecta la existencia de espacios de aparcamiento suficientemente grandes.
Una vez que se ha detectado el espacio para aparcar, el conductor debe fiarse de su vehículo, soltando las manos del volante y dejándole que lo haga solo. A partir de ahí la comunicación será mediante sonidos, en función de las marcas puede haber sistemas diferentes lógicamente.
En la actualidad, la mayoría de los sistemas de aparcamiento actúan de forma Semiautomática: el conductor debe manejar los pedales y el cambio.
Pero esto lógicamente tiene un recorrido más amplio, hasta llegar al momento en que directamente el conductor salga del vehículo y el vehículo se quede aparcando solo. Vamos, casi como si dejásemos el coche en un servicio de aparcacoches.
Ya existen prototipos, y no solo aparcando, sino en la maniobra contraria, es decir desaparcando. Y es que el tiempo que utilizamos haciendo esta maniobra es un tiempo valioso, y mientras la tecnología nos pueda permitir aprovecharlo, ¡bienvenido sea!
7. Mucho tiempo conduciendo…El sistema te avisa:
El cuerpo humano no es una máquina inagotable, tenemos unos límites y es importante reconocerlos, el cansancio y la fatiga causan cada año cientos de miles de accidentes de tráfico en todo el mundo.
Según datos del eSafety Forum, más del 8% de todos los accidentes de vehículos están relacionados con la fatiga. Esto implica cerca de 100.000 accidentes y 125.000 heridos al año en la UE.
Esta proporción aumenta en el caso de los accidentes con víctimas mortales, siendo la fatiga del conductor responsable de entre el 20 y el 35 % de los accidentes severos.
Las campañas mediáticas para evitar esta realidad son numerosas, el famoso en un viaje largo hay que parar cada 200 km o 2 horas se repite año tras año en los consejos de cara a los grandes desplazamientos vacacionales, pero lo cierto es que no solo es en ese momento donde se corre este riesgo. El día a día de muchos conductores profesionales se ve envuelto en este fenómeno.
Los sistemas de Aviso de Fatiga controlan las acciones de los conductores con el objetivo de determinar si participa de forma activa en la tarea de conducir. Hay diferentes sistemas:
Algunos sistemas supervisan al usuario mediante el movimiento de los ojos y la posición de su cabeza para detectar fatiga o posible somnolencia. Otros controlan la presión que se ejerce con el volante y se coordinan con otro tipo de sistemas que controlan la trayectoria del vehículo.
En definitiva, es como llevar un copiloto que se va fijando en ti y te avisa, al igual que el resto de sistemas mediante señales luminosas o acústicas, para posteriormente pasar a otra fase en la que se pueda incluso llegar a detener el vehículo.
8. Los ADAS, el camino hacia el coche autónomo:
Cada vez nos acercamos más a generalizar ese nivel 5 de autonomía en los vehículos, los coches ya piensan cada vez más, algo que no debe descuidar la atención, formación y pericia del conductor porque al fin y al cabo siempre vamos a tener la última palabra.
Quizá ese sea el último gran escollo que se deba salvar el de quién toma esa última decisión y en función de qué parámetros. La técnica una vez más ha avanzado, más deprisa que otras consideraciones, como las que tengan que tomarse desde el punto de vista jurídico o incluso ético.
Por el momento, la gran mayoría ya disponemos de algunos ADAS en los vehículos, y nuestro papel es entenderlos, utilizarlos y sacarles el máximo partido. El objetivo es único y claro: evitar accidentes.
9. Enlaces de interés:
Puedes complementar la Información anterior, dirigiéndose a los siguientes enlaces:
- https://www.youtube.com/watch?v=B2P5voIPYnU
- https://www.youtube.com/watch?v=1GIrS6ssa-0
- https://www.youtube.com/watch?v=kRX1MInx2Z0
- https://www.youtube.com/watch?v=hmeRELCnQXA
Autor: Agustín Galdón Medina, docente del Máster Internacional en Tráfico, Transportes y Seguridad Vial de EADIC.